Cuando era presidenta de la Cooperadora la Señora Beatriz
Estanga de Vilches, un día me avisan que habían llegado a un acuerdo entre los
integrantes del Taller Protegido para
encomendarme le buscara un nombre. Tamaña responsabilidad para encontrar una
designación que encerrara en sí misma la magnitud de la obra, el sueño de sus
fundadores y las esperanzas de los docentes y los miembros de la Comisión
Cooperadora.
En esos momentos yo me desempeñaba como Directora del
Semanario La Palabra y, seguramente, por la mi profesión docente entendí, que
nada mejor que la creatividad e imaginación de los adolescentes para encontrar
el nombre apropiado.
Así fue como me dirigí a los colegios secundarios de Tapalqué para
explicarles el proyecto y solicitar a los alumnos de los grados superiores que
sugirieran un nombre.
Un jueves, justo el día de mayor trabajo en la imprenta, me
avisan que había reunión de Cooperadora y me esperaban para develar la incógnita.
Cuando ya el canillita salía a repartir el Semanario, salí en mi bicicleta a
toda velocidad, para ir a las escuelas a buscar las sugerencias de
los alumnos. Y me dirigí, cuando ya anochecía, con la única cajita que pude
conseguir, donde los alumnos de la Escuela Media N°1 habían anotado un nombre
para designar el Taller Protegido
Elegimos un método
que nos pareció el más apropiado, tal vez por influencia de la reciente
democracia recuperada. Anotamos en el pizarrón todos los nombres sugeridos para
que el personal del Taller Protegido
los miembros de Cooperadora, y algunos vecinos que todavía no se habían retirado
de la reunión, pudieran votar.
Tuvimos que repetir la operación varias veces y lo que pudimos observar es que siempre “Una Oportunidad”
venía mezclado con otros nombres religiosos o de próceres, hasta que finalmente
fue elegido por amplia mayoría.
Lo curioso de esta historia es que nunca se supo quien había
sido el joven que sugirió el nombre ni tampoco, quienes lo habían votado entre
los presentes, pero lo que sí puedo decir, es que todos quedamos conmovidos y felices, porque,
sin duda, “Una Oportunidad” era lo que se quería brindar a los alumnos del taller
con su creación y su posterior desarrollo.
Y en el día en que el
Taller Protegido cumple sus 25 años, con alegría vemos que –hoy como ayer- se
encuentra en franco ascenso, rodeado del cariño de su comunidad. Y se puede decir
que “Una Oportunidad” surgió de las entrañas jóvenes de un pueblo, quienes en
armonía con los adultos, le eligieron un nombre que no ha perdido vigencia.
¡Feliz cumpleaños Taller Protegido “Una Oportunidad!¡Qué sigas siempre acompañado del cariño de todo un pueblo que te quiere!
GSF
GSF
*Foto: Centro de Estudiantes ESN 1. Participando de la pintada organizada por el Taller Protegido Una Oportunidad.
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