Xcaret. 5ª parte En los senderos del parque Xcaret se encuentra una increíble y frondosa vegetación; la naturaleza en todo su esplendor. Un árbol llama la atención por tener un Cristo labrado en su tronco.
Los habitantes del México Prehispánico esperan sobre alguna roca o a orillas del camino, al caer la tarde, entre humos de copal y música de tambores.
Nos acercamos al majestuoso Teatro Gran Tlachco. Allí vamos a vivir el Encuentro
de Dos Mundos, en el espectáculo llamado "Xcaret México Espectacular". Más de 300 artistas en escena presentan noche tras noche "este espectáculo único en su género, en el que se recuperan las tradiciones, historia y misticismo para fundirse con la alegría, el color, la nostalgia y el folklore a través del tiempo". Aquí se muestra la esencia y diversidad de los pueblos de México que sueñan, jueg
an, ríen, lloran, bailan, cantan y tocan al ritmo de su historia.
El Teatro tiene excelente visibilidad y también se puede reservar una cena (aparte de la entrada) en un área especial; tiene capacidad para 6.000 personas perfectamente ubicadas. Al entrar nos entregan a cada uno una especie de portavelas hecho de papel con una velita en su interior. Es una especie de abanico formando una falda mexicana, un semicírculo con distintos color
es. Tiene escrito: Jalisco, México. Xcaret de noche. Cuando está comenzando el espectáculo se encienden todas las velas, dando marco a una representación espléndida.
El espectáculo dura dos horas y se realiza de 19 a 21:15, dividido en dos partes. La primera describe el México prehispánico e incluye una representación del ancestral Juego de la Pelota que practicaban las antiguas civilizaciones, seguido por una escenificación de la Conquista de México por los españoles y el mestizaje.
Este viaje a través del tiempo comienza con la guía de una niña maya de hoy llamada "Lol-beh" (flor del camino) quien con su canto llama a los espíritus del pasado y que junto a ella nos harán recorrer en tiempo y es
pacio las raíces del pueblo mexicano. Continúa con el Desfile de Dignatarios, llamados también Grandes Señores, y que se reúnen en la cancha o "Tlachtli" (bóveda celeste) de Xcaret, antes "Polé". Ahí llevan a cabo el ritual del Juego de Pelota de hule, cada uno con su grupo.
Los jugadores, se presentan a jugar con la pelota de látex de 4 kg. Este deporte mítico que data desde 1000 a.C requiere destreza y virtuosismo ya
que la impulsan hacia un aro en la pared de piedra, sin usar las piernas, sólo con las caderas. Más tarde juegan con la pelota encendida en honor al dios del fuego. Se practica con una pelota de madera de colorín encendida que simboliza el sol, energía que da vida, y con bastones de ramas de árbol de encino o guayabo (me hizo acordar al hockey).
En el Encuentro de dos mundos se fusionan dos culturas para dar origen a una nueva. Abarca desde la llegada de los españoles, la lucha del pueblo indígena, la evangelización y la mezcla de las dos razas a través de su música, canto e historia, hasta llegar a lo que es hoy en día, un
pueblo mestizo rico en tradiciones.
En la segunda parte se realiza un torbellino del folklore más representativo de cada rincón de México, con danzas que inundan el ambiente de gozo y emoción con sus coloridos trajes, alegre zapateo y pícaro cortejo.
Comienza con la Fiesta de la Guelaguetza y el desfile de distintos danzantes representando nueve delegaciones de Oaxaca. Luego sigue Yucatán, sede de la cultura indígena de más abolengo en el continente. Lo
s conquistadores tocaron y bailaron durante siglo y medio: Romances, Seguidillas, Jotas y Fandangos. Luego sigue la Danza de los Viejitos, de Michoacán. Ellos representan las cuatro estrellas del sur donde reina la madre naturaleza sobre los cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego.
Veracruz aparece con el Zapateado, donde bailan con gracia y donaire, al compás del requinto y distintos sones; y el Carnaval de Veracruz donde la alegría y la algarabía jarochas se reflejan en este cuadro popular que representa un carnaval de hoy en este puerto. Más tarde los Voladores de Papantla asombran desde una altura de 30 metros. Son cuatro hombres pájaro de sangre totonaca que descienden desde lo alto del árbol universal haciendo círculos en el aire,
mientras el líder del grupo sentado ahí arriba, baila y toca instrumentos prehispánicos. Esta antigua ceremonia se realizaba en honor al dios de la primavera a cambio de una buena cosecha.
La ciudad de México se presenta con un bello cuadro de música, canciones, bailes y personajes. Los estados del norte tienen el carácter alegre de su gente, al compás de las notas de acordeón regalan un popurrí representativo de cada región. Los tambores de tronco ahuecado y el fla
utín para olvidar los pesares representan a Tabasco; campesinos que al término de su día de trabajo celebran con gran alegría.
Por méritos propios, el folklore de Jalisco se ha convertido en uno de los símbolos nacionales. Sus danzas y sones alcanzar
on gran desarrollo en las últimas décadas del siglo pasado, como en el caso de Sones de Floreo, Canción Bravía, Son de la Negra, etc.
No pueden faltar los mariachis y la audacia de los charros a caballo. Es una experiencia fascinante, y el broche de oro al cerrar el espectáculo, la canción " Así se siente México en la piel". Canción que evoca el sentir del pueblo a través de su gente, sus lugares, sus sabores y olores, sus canciones y tradiciones, enriquecida por las maravillosas voces de los cantores de Xcaret. Además una variedad de trajes típicos y sorpresas para este final. Realmente un magnífico espectáculo!
Regresamos al hotel cansadísimos, pero felices por haber vivido nuevas experiencias.
Hasta la próxima
Norma.
1) Cristo labrado en un árbol
2) indios llamando con sus tambores
3) esperando en lo alto del muro
4) Teatro Gran Tlachco
5) escena en el teatro
6) evangelización
7) distintas danzas
8) juego de la pelota
9) otros bailes
10) los mariachis
11) hermosos trajes
