miércoles, 10 de junio de 2020

Para recordar: Una anécdota del General San Martín

            Esta  anécdota que voy a recordar, es ampliamente conocida porque se enseñaba mucho en la escuela primaria hace unos años.
          Cuando el gral don José de San Martín, se encontraba en Mendoza preparando el ejército de los Andes, había dado la orden que nadie podía pasar al polvorín del regimiento con botas y espuelas puestas, porque podían producir chispas y hacer volar todo por los aires.
          Con el fin de verificar si sus soldados cumplían las órdenes, se presentó en la guardia del polvorín con botas erradas y espuelas puestas. Cuando fue detenido por el  centinela de guardia,  (en un diálogo imaginario) el gral San Martín le habría dicho:
          -Cómo soldado ¿Ud. no sabe quién soy yo?
          -Sí señor, el general San Martín, el mismo que me dio la orden de no dejar pasar a nadie con las botas puestas.
          Ante la actitud del soldado, San Martín no sólo lo felicita sino  que además lo premia por su comportamiento. Y la anécdota trasciende para que sirva de ejemplo al resto de los soldados y de las sucesivas generaciones.
           Hoy también ante una situación complicada, vemos con asombro, que mientras la población en su conjunto debe permanecer en aislamiento social, autoridades que parten desde zonas de riesgos, pretenden no  cumplir con las medidas que ellos mismos han dispuesto para el resto de los ciudadanos, como por ej.:  moverse por todos lados, no usar barbijos, no mantener la distancias estipuladas.  
          Y quienes argumentan que en el DNU, hay artículo que  exceptúa de su cumplimiento a las autoridades, por lo que ha trascendido del Gral San Martín a la posteridad, no es creíble que  hubiera incluido en sus órdenes, un artículo que lo exceptuara de las obligaciones que imponía a los demás.                                                                                                      GSF

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