Tapalqueneros en la red: septiembre 2021

Poema Alturas de Machu Picchu

(fragmento)

Entonces en la escala de la tierra he subido
entre la atroz maraña de las selvas perdidas
hasta ti, Macchu Picchu.
Alta ciudad de piedras escalares,
por fin morada del que lo terrestre
no escondió en las dormidas vestiduras.
En ti, como dos líneas paralelas,
la cuna del relámpago y del hombre
se mecían en un viento de espinas.
Madre de piedra, espuma de los cóndores.
Alto arrecife de la aurora humana.
Pala perdida en la primera arena.
Ésta fue la morada, éste es el sitio:
aquí los anchos granos del maíz ascendieron
y bajaron de nuevo como granizo rojo.
Aquí la hebra dorada salió de la vicuña
a vestir los amores, los túmulos, las madres,
el rey, las oraciones, los guerreros.
Aquí los pies del hombre descansaron de noche
junto a los pies del águila, en las altas guaridas
carniceras, y en la aurora
pisaron con los pies del trueno la niebla enrarecida,
y tocaron las tierras y las piedras
hasta reconocerlas en la noche o la muerte.
Miro las vestiduras y las manos,
el vestigio del agua en la oquedad sonora,
la pared suavizada por el tacto de un rostro
que miró con mis ojos las lámparas terrestres,
que aceitó con mis manos las desaparecidas
maderas: porque todo, ropaje, piel, vasijas,
palabras, vino, panes,
se fue, cayó a la tierra.
Y el aire entró con dedos
de azahar sobre todos los dormidos:
mil años de aire, meses, semanas de aire,
de viento azul, de cordillera férrea,
que fueron como suaves huracanes de pasos
lustrando el solitario recinto de la piedra.

Pablo Neruda - (1904-1973)

Poeta chileno

Premio Nobel de Literatura 1971

Introducción

De un día para otro me encontré sumergida en una investigación sobre el Viejo Cine Teatro Tapalqué o San Miguel como indistintamente se lo llamaba. Para cumplir con lo solicitado, tuve que volver a las prácticas de investigación que, cuando me desempeñaba en el periodismo, utilicé durante muchos años e iba abandonando, poco a poco, en estos tiempos de pandemia

Ubicación

Para situarnos en tiempo y espacio, conviene recordar que, el 8 de julio de 1893, se reunieron los residentes italianos de Tapalqué, en el domicilio de uno de ellos, con la finalidad de constituir una Sociedad Italiana de Socorros Mutuos. La presidencia recayó en el Sr Jorge Gianola –por aclamación- con la presencia de 88 socios fundadores inscriptos.

La profesora Graciela Méroni del Museo Roca, CABA, visitó Tapalqué atraída por el libro “Tapalqué en la Historia” de Don Ramón Rafael Capdevila, para realizar una investigación, luego publicada en el libro “La Historia Viva de Tapalqué, Bs. As., 1986, donde nos da indicios del lugar objeto de esta investigación: “Bien pronto la Sociedad evolucionó favorablemente, tuvo un respetable capital social y una propiedad inmueble en un edificio mejorado sensiblemente a principio de este siglo donde funcionó la sede.”

Otro indicio sobre el cine en Tapalqué lo encontramos el 6 de octubre del año 2013 en “Tapalqué de Ayer”. Alli se publica un recorte periodístico que dice:

“Estas propagandas de películas fueron extraídas de los semanarios de la década del 40/50. Se proyectaban en el Cine Teatro San Miguel. En el año 1921, según el semanario "El Deber" ya existía uno que se llamaba Cine “Colón”, funcionó hasta el año 1935, año en que se quemó.”

Ante tan poca bibliografía a mi alcance y con el deseo de cumplir con lo prometido, decidí entrevistar a Aníbal Ismar Trueba (“Negro”) con quien ya habíamos realizado un trabajo conjunto, anteriormente, con singular éxito. Fue todo un acierto, porque su buena memoria, su condición de hijo de don Ramón Trueba (hotelero), sus largos años de cartero y también cantinero en distintos lugares, le han permitido acumular un bagaje de conocimientos sobre el pueblo y su gente, difícil de superar. Quiero dejar constancia que si no hubiera sido por su hija Irene Trueba que ofició de nexo, la buena disposición del Negro y otras ayudas técnicas, este artículo no hubiera sido posible

Recuerdos sobre el Cine San Miguel

Por Negro Trueba

El primero que tuvo el cine que recuerde, fue Albacetti. Lo conocía bien porque paraba en el Hotel y las hermanas eran amigas de Marta.

Después estuvo San Miguel. Se pasaban películas todos los fines de semana, sábados y domingos y los días martes pasaban distintos episodios que continuaban a la semana siguiente. Casi siempre eran de Cowboy y concurrían los niños a ellos.

Los hermanos Ricardo y Modesto Álvarez pasaban en esa época las películas,

Cuando se instaló San Miguel yo tendría 8 años, no recuerdo bien, lo que si recuerdo era que mi familia y yo teníamos entradas gratis, ya que San Miguel comía en el hotel de mi padre.

Las películas eran variadas. Recuerdo una que se llamaba "El conquistador de la pradera".

El lugar era amplio, tenía pisos y butacas de madera, no recuerdo exactamente la cantidad, pero eran muchas. El cine se llenaba todos los fines de semana, la gente concurría con la familia y los chicos también.

Canasta Arias también pasó películas durante muchos años.

Después de San Miguel, lo heredó Benito Martínez.

También en el salón del cine se hacían otros eventos sociales como eran los bailes de carnaval. Supimos tener allí un kiosco de helados con mi padre y la Cantina también.

Tocaban allí orquestas… Eduardo Timoteo Rodríguez era músico y armaba la banda y la orquesta integrada por gente de Tapalqué (Ñato Brelles, Pepe Trueba, Rulo CIalceta, Carlos Cufre... entre otros. Juancho Cialceta cantaba.

Se prestaba el lugar para que las escuelas hicieran eventos para recaudar fondos.

También venían obras de teatro … me acuerdo de Jorge Lanza

Otro bello espectáculo que se realizaba allí, eran las romerías españolas, los músicos (gaiteros) llegaban a Tapalqué en tren y recorrían las calles del pueblo haciendo música, a modo de presentación.

Se realizaban concursos de canto, recuerdo a Luis Gómez y Aníbal Muñoz participar

El cine era lugar de encuentro en nuestra infancia y adolescencia. Tiempos

imborrables en mi memoria. Hermosos momentos compartidos con amigos.

Retomando el relato les voy a hablar de una serie inolvidable: “Los peligros de Nyoka”

Como bien dice el Negro Trueba todos los martes se pasaban series, noticieros y algún otro corto de interés a precios populares. Como mi familia era numerosa, concurríamos al cine en dos tandas: un grupo, con mamá a la cabeza, iba un martes y el resto de la familia la semana siguiente. Todavía recuerdo la figura de mi padre, en las frías noches de invierno –envuelto en su ponchito de vicuña-. Veníamos de la quinta ubicada en la calle Juan F. Marmissolle, al fondo, hasta el cine San Miguel, más de 15 cuadras. No nos perdíamos función por más que lloviera o que el frío intenso hiciera que una helada se juntara con la de la noche anterior.

¿Qué era lo que impulsaba tanto esfuerzo?

Lo que motivaba nuestro entusiasmo por concurrir al cine, era una serie recién estrenada que se llamaba “Los peligros de Nyoka”, algunos de cuyos pasajes, a pesar de los años transcurridos, aún permanecen en mi memoria. En líneas generales Nyoka era una joven audaz y valiente que enfrentaba los peligros de la selva. El atractivo que mantenía enganchado al espectador hasta el próximo martes, era que antes que finalizara la función, la protagonista se encontraba al borde de la muerte.

¿Habrá información de esta serie en Internet? -me pregunté.

Con el fin de reactivar los recuerdos empecé a investigar y de pronto, me encontré con el pasado. Ahi me enteré que ”Los peligros de Nyoka” era una serie filmada por Williams Witneys, sólo de 15 capítulos cuya autoría se le atribuye a Edgar Rice Burrouaghs, el creador de Tarzán. El éxito y la popularidad que obtuvo la estrella Kay Aldbridge con este papel, la convirtieron en la protagonista de las mejores series durante años. No es ella la mujer indefensa a quien atemoriza el peligro sino que es una joven inteligente yarriesgada que logra salir airosa del peligro.

Con frecuencia se oía decir que en el “Cine Teatro San Miguel” se proyectaban películas viejas o muy cortadas. ”Los peligros de Nyoka” fue filmada en 1942. Y según mis cálculos se habrá proyectado en Tapalqué, antes del 46.

Al parecer no eran tan viejas como decían.

Un cuento infantil

Actuación en el escenario del cine San Miguel:

También el Negro Trueba nos recuerda que los dueños del Cine prestaban “el lugar para que las escuelas hicieran eventos para recaudar fondos”. A mí me tocó participar en una de esas veladas escolares que realizaban las Cooperadoras. Cuando iba a la Escuela Primaria N°1 “Nicolás Jurado”, aproximadamente en el año 45, me tocó participar en una obra. Se puso en escena “La Cenicienta”, creo, (Blanca Nieves no era porque no recuerdo la participación de los 7 enanitos). La protagonista era Nora Ufano y se representaba su casamiento con el príncipe. (No recuerdo que chico hacía ese papel, si alguien sabe que me avise, así lo agrego). Yo integraba la amplia lista de invitados que participaba del baile.

Preparaban la obra las maestras: Blanca González de Martínez y Jorgelina Jorge y nos enseñaba a dar vueltas por el escenario Sara Jorge. Eran tan completas las maestras que para que los padres no se preocuparan por el gasto, ya nos habían conseguido el traje de baile –en mi caso, un vestido de organza verde agua de Mirén Urchoeguía que ya estaba apalabrada ¡Inigualables!

La matinée de los domingos

En 1946 cuando estábamos en sexto grado, la maestra, señora Julia Jurado de Echeverría nos dio una clase sobre Domingo Faustino Sarmiento y su hijo Dominguito. Nos vio tan interesadas en el tema que nos sugirió pidiéramos permiso en la casa para ir el próximo domingo al cine porque daban “La vida de Dominguito”.

Hasta ese momento habíamos ido al cine siempre con los mayores, pero en esos años, la recomendación de un maestro siempre era aceptada por los padres. Nosotros superamos la apuesta. Como todos los domingos nos reuníamos en alguna quinta de alguien del grupo, nos pusimos de acuerdo para encontrarnos en la puerta del cine y entrar todas juntas. No podría decir cuántas éramos, pero sí que llenábamos más de una hilera de butacas.

Entre los recuerdos puedo contar que hacia el final de la película, empezaba la parte más emotiva, con la muerte de Dominguito (Ángel Magaña) y el dolor deSarmiento (magníficamente interpretado por Enrique Muiño) Muchas lloraban, otras contenían la emoción. En eso, una de las compañeras que estaba sentada al lado mío, dice -entre sollozos- “¡Que termine pronto la película antes que pasen lágrimas!”.

A algunas nos causó gracia la expresión, por lo que mientras unas lloraban emocionadas, otras de la fila hacíamos esfuerzos para no reír.

A partir de allí, con Juanita -mi hermana- no nos perdíamos la matinée de los domingos. El aval de la maestra había sido fundamental, nos había dado pase libre para ir solas al cine por las tardes, sumado a que ya, en mi casa, eran todos amantes del séptimo arte.

Fuimos unos años, casi todos los domingos, hasta que me vine a estudiar a La Plata. Era la época que se dio en llamar: “la década de oro del cine argentino”.

Y tuvimos suerte porque pudimos conocer a muchos de los cómicos famosos como Niní Mashall, Luis Sandrini, Olinda Bozán; películas que nos hacían conocer más del país, de su historia y estimulaban nuestros sentimientos hacia el terruño, como “La guerra gaucha“ (1942) o Pampa Bárbara” (1945); estrellas que recién debutaban y al otro día ya eran famosas, como María Duval o las hermanas Legrand o grandes de la escena nacional, como Mecha Ortiz o Francisco Petrone.

Así, podría seguir horas, llenando hojas y hojas con nombres de actores o directores que vienen a mi memoria. No es necesario.

Sirva este artículo para homenajear a quienes, en una época en que las comunicaciones en Tapalqué con otros pueblos, eran difíciles -sin TV, Internet, tablet, o teléfono de línea o celular- hicieron que el cine, nos conectara al mundo y fuera un soplo de aire fresco en nuestras vidas. A todos ellos, nuestro agradecimiento

Gladis S.Fittipaldi

La Plata.4 de junio de 2021

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El Viejo Cine-Teatro Tapalqué o "San Miguel" Dedicado a Beatriz Simula y por su intermedio a la Sociedad Italiana, impulsores de este artículo

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