Almafuerte, seudónimo de Pedro B. Palacios, nació en San Justo, provincia de Bs. As., el 13 de mayo de 1854. Maestro, poeta, periodista, descolló en todas las actividades a las que consagró su vida, por su fuerte personalidad. En algunas de las biografías se afirma que mucha de su obra inédita ha quedado dispersa o se ha perdido.
Afortunadamente hoy el diario "El Día" de la Plata publica un artículo titulado "El rescate de la obra poética de Almafuerte, en Francia y Argentina" - "Poesía Completa, edición crítica de María Minellono".
Según relata el artículo, es un trabajo de investigación que cuenta con más de 700 páginas, ya ha sido publicado en Francia y se espera su aparición en Argentina por Alción -Editora, Córdoba. Entre otros conceptos la escritora puntualiza la dificultad de presentar una obra que contiene "en forma simultánea los principios de la religión y de la política para situar en el futuro, la esperanza de la redención de los oprimidos y la superación de los conflictos sociales".
Y como se ha publicado tantas veces en el blog van los versos de Almafuerte:
¡Avanti!
Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas:
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.
Obsecación asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura
y en cualquier infeliz se me figura
que se mellan los garfios de la suerte...
¡Todos los incurables tienen cura
cinco minutos antes de su muerte!
otras diez, otras cien, otras quinientas:
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.
Obsecación asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura
y en cualquier infeliz se me figura
que se mellan los garfios de la suerte...
¡Todos los incurables tienen cura
cinco minutos antes de su muerte!
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