domingo, 31 de enero de 2016
jueves, 28 de enero de 2016
Preocupación por la posible instalación de TAPALIM al borde del Canal Piñeyro
Publicado en ALVEAR YA
Transcripción
Transcripción
28 enero
2016
EL GOBIERNO MUNICIPAL LE
PLANTEO A LA DEFENSORIA DEL PUEBLO LA POSIBLE INSTALACION DE TAPALIM AL BORDE
DEL CANAL PIÑEYRO
El pasado
miércoles
En la mañana de este Miércoles, el Contador Omar
Bottero, junto a su colaborador Juan Ignacio Gaviria, ambos integrantes de la
Mesa de Trabajo de Servicios Públicos pertenecientes a la Defensoría Del Pueblo
de la Provincia de Buenos Aires, fueron recibidos por el Intendente Interino
Ramón José Capra, en el marco de una visita de enlace entre la entidad y
nuestro Municipio
El motivo del encuentro fue tratar temáticas
preocupantes para nuestra ciudadanía, como son la calidad del agua y la posible
instalación de la Planta de Reciclado de la Ciudad de Tapalqué en zona aledaña
al Canal Piñeyro, fuente de suministro de agua para todos los Alvearenses.
Dicha visita fue encomendada por el Dr. Marcelo
Honores, Defensor Del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires.-
Fuente: http://www.alvearya.com.ar/el-gobierno-municipal-le-planteo-a-la-defensoria-del-pueblo-la-posible-instalacion-de-tapalim-al-borde-del-canal-pineyro/
Fuente: http://www.alvearya.com.ar/el-gobierno-municipal-le-planteo-a-la-defensoria-del-pueblo-la-posible-instalacion-de-tapalim-al-borde-del-canal-pineyro/
miércoles, 27 de enero de 2016
El amaranto, la planta sagrada de los Incas, ataca a cultivos tránsgenicos
La planta sagrada de los incas desafía al gigante Monsanto
Pánico entre agricultores de Estados Unidos. La transnacional de semillas transgénicas no sabe qué hacer con el amaranto (kiwicha) que acabó con sembríos de soya.
Agencias
En Estados Unidos los agricultores han tenido que abandonar cinco mil hectáreas de soya transgénica y otras cincuenta mil están gravemente amenazadas.
Este pánico se debe a una “mala hierba”, el amaranto(conocida
en el Perú como kiwicha) que decidió oponerse a la transnacional
Monsanto, tristemente célebre por su producción y comercialización de
semillas transgénicas.
En 2004 un
agricultor de Atlanta comprobó que algunos brotes de amaranto
resistían al poderoso herbicida Roundup. Los campos víctimas de esta
invasora “mala hierba” habían sido sembrados con granos Roundup Ready,
que contienen una semilla que ha recibido un gen de resistencia al
herbicida.
Desde
entonces la situación ha empeorado y el fenómeno se ha extendido a
Carolina del Sur y del Norte, Arkansas, Tennessee y Missouri. Según un
grupo de científicos británicos del Centro para la Ecología y la
Hidrología, se ha producido una transferencia de genes entre la planta
modificada genéticamente y algunas hierbas indeseables como el amaranto.
Esta
constatación contradice las afirmaciones de los defensores de los
organismos modificados genéticamente (OMG): una hibridación entre una
planta modificada genéticamente y una planta no modificada es
simplemente “imposible”.
Según el
genetista británico Brian Johnson, “basta con un solo cruce logrado
entre varios millones de posibilidades. Una vez creada, la nueva planta
posee una enorme ventaja selectiva y se multiplica rápidamente. El
potente herbicida que se utiliza aquí, Roundup, a base de glifosato y de
amonio, ha ejercido una presión enorme sobre las plantas, las cuales
han aumentado aún más la velocidad de la adaptación”. Así, al parecer un
gen de resistencia a los herbicidas ha dado nacimiento a una planta
híbrida surgida de un salto entre el grano que se supone protege y el
humilde amaranto, que se vuelve imposible de eliminar.
La única
solución es arrancar a mano las malas hierbas, como se hacía antes, pero
esto ya no es posible dadas enormes dimensiones de los cultivos.
Además, al estar profundamente arraigadas, estas hierbas son muy
difíciles de arrancar con lo que, simplemente, las tierras fueron
abandonadas.
Transgénicos soportan un efecto búmeran
Transgénicos soportan un efecto búmeran
El diario
inglés The Guardian publicaba un artículo de Paul Brown que revelaba que
los genes modificados de cereales habían pasado a plantas salvajes y
creado un “supergrano” resistente a los herbicidas, algo “inconcebible”
para los defensores de las semillas transgénicas.
Resulta
divertido constatar que el amaranto o kiwicha, considerada ahora una
planta “diabólica” para la agricultura genética, es una planta sagrada
para los incas. Pertenece a los alimentos más antiguos del mundo. Cada
planta produce una media de 12.000 granos al año y las hojas, más ricas
en proteínas que la soya, contienen vitaminas A y C, y sales minerales.
Así este
bumerán, devuelto por la naturaleza a la transnacional Monsanto, no sólo
neutraliza a este predador, sino que instala en sus dominios una planta
que podría alimentar a la humanidad en caso de hambre. Soporta la
mayoría de los climas, tanto las regiones secas como las zonas de monzón
y las tierras altas tropicales, y no tiene problemas ni con los
insectos ni con las enfermedades con lo que nunca necesitará productos
químicos.
Ver máshttps://nuestroplanetaazulcambia.wordpress.com/2011/12/15/el-amaranto-la-planta-sagrada-de-los-incas-ataca-a-cultivos-transgenicos/
martes, 26 de enero de 2016
Oda a los poetas populares de Pablo Neruda
POETAS naturales de la tierra,
escondidos en surcos,
cantando en las esquinas,
ciegos de callejón, oh trovadores
de las praderas y los almacenes,
si al agua
comprendiéramos
tal vez corno vosotros hablaría,
si las piedras
dijeran su lamento
o su silencio,
con vuestra voz, hermanos,
hablarían.
Numerosos
sois, como las raíces.
En el antiguo corazón
del pueblo
habéis nacido
y de allí viene
vuestra voz sencilla.
Tenéis la jerarquía
del silencioso cántaro de greda
perdido en los rincones,
de pronto canta
cuando se desborda
y es sencillo
su canto,
es sólo tierra y agua.
Así quiero que canten
mis poemas,
que lleven
tierra y agua,
fertilidad y canto,
a todo el mundo.
Por eso,
poetas
de mi pueblo,
saludo
la antigua luz que sale
de la tierra.
El eterno
hilo en que se juntaron
pueblo
y
poesía,
nunca
se cortó
este profundo
hilo de piedra,
viene
desde tan lejos
como
la memoria
del hombre.
Vio
con los ojos ciegos
de los vates
nacer la tumultuosa
primavera,
la sociedad humana,
el primer beso,
y en la guerra
cantó sobre la sangre,
allí estaba mi hermano
barba roja,
cabeza ensangrentada
y ojos ciegos,
con su lira,
allí estaba
cantando
entre los muertos,
Homero
se llamaba
o Pastor Pérez,
o Reinaldo Donoso.
Sus endechas
eran allí y ahora
un vuelo blanco,
una paloma,
eran la paz, la rama
del árbol del aceite,
y la continuidad de la hermosura.
Más tarde
los absorbió la calle,
la campiña,
los encontré cantando
entre las reses,
en la celebración
del desafío,
relatando las penas
de los pobres,
llevando las noticias
de las inundaciones,
detallando las ruinas
del incendio
o la noche nefanda
de los asesinatos.
Ellos,
los poetas
de mi pueblo,
errantes,
pobres entre los pobres,
sostuvieron
sobre sus canciones
la sonrisa,
criticaron con sorna
a los explotadores,
contaron la miseria
del minero
y el destino implacable
del soldado.
Ellos,
los poetas
del pueblo,
con guitarra harapienta
y ojos conocedores
de la vida,
sostuvieron
en su canto
una rosa
y la mostraron en los callejones
para que se supiera
que la vida
no será siempre triste.
Payadores, poetas
humildemente altivos,
a través
de la historia
y sus reveses,
a través
de la paz y de la guerra,
de la noche y la aurora,
sois vosotros
los depositarios,
los tejedores
de la poesía,
y ahora
aquí en mi patria
está el tesoro,
el cristal de Castilla,
la soledad de Chile,
la pícara inocencia,
y la guitarra contra el infortunio,
la mano solidaria
en el camino,
la palabra
repetida en el canto
y transmitida,
la voz de piedra y agua
entre raíces,
la rapsodia del viento,
la voz que no requiere librerías,
todo lo que debemos aprender
los orgullosos:
con la verdad del pueblo
la eternidad del canto.
Pablo Neruda
escondidos en surcos,
cantando en las esquinas,
ciegos de callejón, oh trovadores
de las praderas y los almacenes,
si al agua
comprendiéramos
tal vez corno vosotros hablaría,
si las piedras
dijeran su lamento
o su silencio,
con vuestra voz, hermanos,
hablarían.
Numerosos
sois, como las raíces.
En el antiguo corazón
del pueblo
habéis nacido
y de allí viene
vuestra voz sencilla.
Tenéis la jerarquía
del silencioso cántaro de greda
perdido en los rincones,
de pronto canta
cuando se desborda
y es sencillo
su canto,
es sólo tierra y agua.
Así quiero que canten
mis poemas,
que lleven
tierra y agua,
fertilidad y canto,
a todo el mundo.
Por eso,
poetas
de mi pueblo,
saludo
la antigua luz que sale
de la tierra.
El eterno
hilo en que se juntaron
pueblo
y
poesía,
nunca
se cortó
este profundo
hilo de piedra,
viene
desde tan lejos
como
la memoria
del hombre.
Vio
con los ojos ciegos
de los vates
nacer la tumultuosa
primavera,
la sociedad humana,
el primer beso,
y en la guerra
cantó sobre la sangre,
allí estaba mi hermano
barba roja,
cabeza ensangrentada
y ojos ciegos,
con su lira,
allí estaba
cantando
entre los muertos,
Homero
se llamaba
o Pastor Pérez,
o Reinaldo Donoso.
Sus endechas
eran allí y ahora
un vuelo blanco,
una paloma,
eran la paz, la rama
del árbol del aceite,
y la continuidad de la hermosura.
Más tarde
los absorbió la calle,
la campiña,
los encontré cantando
entre las reses,
en la celebración
del desafío,
relatando las penas
de los pobres,
llevando las noticias
de las inundaciones,
detallando las ruinas
del incendio
o la noche nefanda
de los asesinatos.
Ellos,
los poetas
de mi pueblo,
errantes,
pobres entre los pobres,
sostuvieron
sobre sus canciones
la sonrisa,
criticaron con sorna
a los explotadores,
contaron la miseria
del minero
y el destino implacable
del soldado.
Ellos,
los poetas
del pueblo,
con guitarra harapienta
y ojos conocedores
de la vida,
sostuvieron
en su canto
una rosa
y la mostraron en los callejones
para que se supiera
que la vida
no será siempre triste.
Payadores, poetas
humildemente altivos,
a través
de la historia
y sus reveses,
a través
de la paz y de la guerra,
de la noche y la aurora,
sois vosotros
los depositarios,
los tejedores
de la poesía,
y ahora
aquí en mi patria
está el tesoro,
el cristal de Castilla,
la soledad de Chile,
la pícara inocencia,
y la guitarra contra el infortunio,
la mano solidaria
en el camino,
la palabra
repetida en el canto
y transmitida,
la voz de piedra y agua
entre raíces,
la rapsodia del viento,
la voz que no requiere librerías,
todo lo que debemos aprender
los orgullosos:
con la verdad del pueblo
la eternidad del canto.
Pablo Neruda
domingo, 24 de enero de 2016
Cumpleaños
20- Ana María Paz de Patronelli
¡Felicidades!
Melody Manuel
21- Sofia Hondarrè
Hoy 24- Maria Eugenia Fittipaldi
jueves, 21 de enero de 2016
miércoles, 20 de enero de 2016
Reencuentro de los integrantes de la familia Fittipaldi en el Balneario de Tapalqué
El domingo 10 de enero nos reunimos en Tapalqué los descendientes de José A. Fittipaldi – Antonia Capdevila (o dicho mas informalmente, los Fitti-Cap) para festejar la visita que todos los años nos hace Nano -esta vez con su hija Nanna- venido de la lejana Dinamarca donde reside.
Nos reunimos en el Balneario Municipal que lucía espléndido. Como dejó de llover a media mañana, el clima se mostró benigno para todos. El lugar, la suave brisa que corría entre los árboles; los asados que esperaban la degustación del conjunto; las ensaladas preparadas por la gente joven, y la alegria que nos embargaba, ofrecían el marco ideal para la ocasión.
Había varios motivos para festejar: la asunción de Manuel como concejal del HCD; el premio Caduceo 2015 a la trayectoria periodística; la visita de León y la presencia de Rebeca -nuevo retoño del frondoso árbol- que llegó para integrar la galería de tataranietos del viejo tronco familiar, tercera en esta camada (los anteriores, Joaquín y Simón).
La emoción del reencuentro hizo olvidar todos los brindis.
Un recuerdo especial para la familia que ya no está. ¡Qué felices estarían con el reencuentro familiar! ¡Cómo hubieran disfrutado! Me los imagino: Cata presentándose con una fuente repleta de pasteles –¡exquisitos!- amasados entre uno y otro nacimiento; Mela, acarreándonos mate y ocupándose, silenciosamente, de los conflictos infantiles para que todos se integraran y compartieran; Chicha atendiendo los detalles previos para que todo fuese un éxito; Juanita designada por consenso de la familia para las relaciones sociales, rodeada de grandes y pequeños, mientras dejaba oír su risa contagiosa; Fito y Yaite ocupándose de la leña y el fuego, recordando viejas anécdotas humorísticas y tratando de coincidir con el Chin para determinar cuando estaba a punto el asado; o al Chin dando cátedra sobre Alem, Irigoyen o la Revolución del Parque, cuando en algún grupo empezara a hablarse de política.
Dios ha dispuesto que, solo yo, esté presente, en la
actualidad, para alentar a las nuevas generaciones y motivarlos para que sigan reuniéndose y disfrutando
de la vida familiar. Y al ver sus rostros felices festejando el reencuentro,
uno se ilusiona al pensar que los integrantes de ese clan familiar que ya no
están, reverdecen en estos jóvenes
entusiastas que honran y dignifican a los que se fueron.
Al
atardecer emprendimos el regreso. El tiempo siempre tirano
imponía nuevas obligaciones para el día siguiente. Pero retornaremos a
ese lugar que nos pertenece, “por prepotencia de los sentimientos",
(parodiando a Roberto Arlt) porque allí, en el Balneario de Tapalqué,
hemos pasado momentos inolvidables que recordaremos por el resto de
nuestras vidas.
*Fotos: Rocío Suárez
**Y a continuación la galería de los participantes, (algunos ya se habían retirado)
martes, 19 de enero de 2016
Cumpleaños
Cumplieron años:
14- Geraldina Pallero
15- Ana Lucía Arias Selso
Hoy 19- Diego Fittipaldi
Gonzalo Suàrez
Molly Oberto de Campanari
¡Felicidades!
domingo, 17 de enero de 2016
Carlos Penelas: sus respuestas y poemas Entrevista realizada por Rolando Revagliatti
Carlos Penelas: sus respuestas y poemas
Entrevista realizada por Rolando Revagliatti
Carlos Penelas nació el 9 de
julio de 1946 en la ciudad de Avellaneda, provincia de Buenos Aires, y
reside en Buenos Aires, capital de la República Argentina. Es Profesor
en Letras egresado de la Escuela Normal de Profesores “Mariano Acosta” y
es en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos
Aires donde cursó Historia del Arte y Literatura. Obtuvo primeros
premios y menciones especiales en poesía y en ensayo, así como la Faja
de Honor (1986) de la Sociedad Argentina de Escritores —de la que fue en
1984 director de los talleres literarios— y otras distinciones. Su
quehacer ha sido difundido en innumerables medios gráficos periódicos
nacionales y extranjeros, tanto en soporte papel como electrónico. Dictó
conferencias en un alto número de instituciones de su país y del
exterior. Fue jurado nacional y provincial y panelista en mesas
redondas. Fue incluido, por ejemplo, en las antologías “Poesía política y combativa argentina” (Madrid, España, 1978),“Sangre española en las letras argentinas” (1983), “La cultura armenia y los escritores argentinos” (1987), “Voces do alén-mar” (Galicia, España, 1995), “A Roberto Santoro” (1996), “Literatura argentina. Identidad y globalización” (2005). Publicó a partir de 1970, entre otros, los poemarios “La noche inconclusa”, “Los dones furtivos”, “El jardín de Acracia”, “El mirador de Espenuca”, “Antología ácrata”, “Valses poéticos”, “Poemas de
Trieste”, “Homenaje a Vermeer”, “Elogio a la rosa de Berceo”, “Calle de la flor alta” y “Poesía reunida”. A partir de 1977, en prosa, fueron apareciendo los volúmenes “Conversaciones con Luis Franco”, “Os galegos anarquistas na Argentina” (Vigo, Galicia, España, 1996), “Diario interior de René Favaloro”, “Ácratas y crotos”, “Emilio López Arango, identidad y fervor libertario”, “Crónicas del desorden”, “Retratos”, etc.
1 — Provenís de una familia vinculada a la literatura, la plástica, el teatro y el cine.
CP — Para empezar debo
decirte, Rolando, que no nací el 9 de julio, que nací el 5 de julio de
1946. Sucede que mi padre no quiso que hiciera el servicio militar y por
eso me inscribió en fecha patria. Era común entre los libertarios, como
también huir y hacerse crotos. Mis dos hermanos mayores (por distintas
razones que no voy a explicar) no lo habían hecho. Era injurioso,
ofensivo, hacer el servicio militar para cualquier libertario. Ni curas
ni militares, no te olvides. Por eso me anotó el 9 de julio. La historia
es larga: el dictador José Félix Uriburu, en 1930, modificó la ley. A
partir de ese año todos los nacidos el 25 de mayo o el 9 de julio
deberían hacerlo. De eso, mi padre, no se había enterado. Resultado: fui
el único de toda la familia en hacerlo. Y, por mala conducta —arrestos
incluidos— la baja la obtuve después de catorce meses, uno de los
últimos de esa camada en salir. Lo de "la jura de la bandera", es
confidencial. Mi familia es de origen gallega. Mi padre, Manuel Penelas
Pérez, que cuidó cabras desde los seis años en Espenuca, una aldea
cercana a Betanzos de los Caballeros, se formó en Argentina: a los
catorce años conoció a obreros anarquistas y socialistas en la fábrica
en la cual trabajó. Mi madre, María Manuela Abad Perdiz, de Ourense,
apenas sabía leer y escribir. Aprendió con mi padre cuando ya llevaba
criados tres hijos. Poco antes de morir, a los sesenta años, había
terminado de leer “Los Thibaut”, la obra cumbre de Roger Martin
du Gard. Las lecturas de don Manuel comenzaron con Bakunin, el príncipe
Kropotkin, Zola, Dostoievsky, Shakespeare, Schopenhauer, Nietzsche y
luego el Siglo de Oro Español. Además, claro está, de la lírica gallega y
los grandes escritores del siglo XIX de Galicia. Allí comenzó todo.
Era, como te imaginarás, Rolando, libertario. Para ser más preciso:
libertario individualista. Heredamos sus hábitos: la lectura, la
conducta, el amor a la naturaleza, la mirada de los conflictos sociales,
el rechazo a toda dictadura, a toda demagogia, a cualquier forma de
autoritarismo y una profunda defensa por la libertad individual. Mi
hermano mayor, Roberto, fue un lector de los clásicos griegos y latinos,
además de los autores del Renacimiento. Un amante de la ópera alemana.
Mi hermana Raquel, la lectura y la pintura. Junto a ella recorrí museos,
descubría biografías, admiraba a nuestros pintores y la gran pintura
universal. Mi hermana Marta, el teatro norteamericano, el teatro inglés y
francés de mediados de siglo, la novelística contemporánea, la historia
de nuestra tierra. Mi hermano Fernando introdujo en el hogar el cine,
el policial, el marxismo, el jazz y el comic. Además de los autores
norteamericanos. Luego vino Carloncho (un servidor), que fue consumiendo
todo ese mundo. Es importante aclarar que también mis hermanos y mi
padre (mi hermano mayor me llevaba veintidós años, fui el hijo de la
madurez) concurríamos a ver al “Rojo de Avellaneda”, a Independiente. Vale
recordar que Independiente es o era "el club de los gallegos". La gran
mayoría de gallegos, de la inmigración, se refugiaron en Avellaneda.
Muchos eran republicanos, anarquistas, socialistas, comunistas y el
color les llamó el corazón. También por aquellos años me llevaron a
palpitar el box en el Luna Park. Practiqué box, pelota a paleta y jugué
al fútbol e hice natación toda mi vida. Me formé con la templanza y la
visión de lo social pero también con lo estético en todas las
manifestaciones. El teatro independiente, los autores de época, el
Teatro Colón, los grandes ciclos del cine Lorraine, las exposiciones de
pintura eran un hábito. Lo mismo que las discusiones sobre tendencias
literarias, la injusticia o la Guerra Civil Española. Esa infancia y
adolescencia me abrió la mente. Y ya en la adolescencia el amor de
muchachas hermosas, idealistas, plenas de sensualidad y vuelo. Y las
lecturas que a su vez fui descubriendo por mi cuenta, con amigos, con
compañeros de escuela, con maestros que la vida me ofreció. La gratitud
de ellos siempre me protege.
2 — Podríamos decir que
haber permanecido durante veintidós años colaborando con el prestigioso
cardiocirujano René Favaloro (1923-2000) debe armar, en algún sentido,
un capítulo de tu vida.
CP — Un antes y un después en mi vida. En 1978 había publicado, casi en forma clandestina, “Conversaciones con Luis Franco”.
A Franco lo conocí de muchacho, y después de la figura de mi padre es
la que más me enaltece. Un día, escuché por televisión al Dr. René
Favaloro hablar de Franco y de Ezequiel Martínez Estrada. Dijo: “Los jóvenes deberían leerlos, son los dos escritores más importantes de la Argentina”.
Le llevé el libro al sanatorio y al mes me llamó. Quería conocerme,
hablar conmigo. Esa primera entrevista duró más de una hora. Me contó su
experiencia en La Pampa como médico rural, en los Estados Unidos, la
técnica del bypass, su vida, su formación, sus padres, la inmigración
siciliana…; yo le fui confesando mis gustos, mi historia. Después de
unos meses volvimos a vernos. Teníamos almuerzos maravillosos. Se
hablaba de todo: Alfredo Zitarrosa, Sarmiento, el general Paz, Leopoldo
Lugones, de actrices bellas, de cine…; al poco tiempo me nombró Jefe de
Relaciones Públicas de la Fundación. Fui Jefe de Prensa, Sub-director
del Centro Editor de la Fundación (el director era él), Jefe de
Coordinación de Pacientes, Miembro del Comité de Ética. Una vida
intensa, llena de sueños, de emprendimientos, de combates, de pérdidas.
Al mes de su suicidio renuncié a mi cargo, todo había pasado y acumulaba
una derrota más. El proyecto nunca pudo ser, el proyecto de
institución, de ejemplo, de investigación. Esos años, más de veinte, fue
un universo rico, pleno. Conocí seres notables —médicos e
investigadores—, hombres probos, muchos de ellos desinteresados. En
varias entrevistas afirmé que Favaloro pudo cambiar la cardiología en el
mundo pero no pudo luchar contra la corrupción y la mediocridad de su
país. La corrupción se instaló, desde hace décadas, hasta la médula.
Luego escribí, en 2003, “Diario interior de René Favaloro”, en
donde creo haber reflejado a un hombre pero también a un país que no
supo comprenderlo en toda su dimensión. A la hora y media de su suicidio
estaba en su casa. Ese día, a las 20 horas, daba la noticia al mundo en
una conferencia de prensa que prefiero no recordar. Un golpe muy duro,
tremendo. Recuerdo que una vez me dijo: “Soy tu hermano mayor”.
3 — En tanto sos un
insoslayable investigador de la obra del escritor Luis Franco
(1898-1988), acaso también esta condición arme un otro capítulo.
CP — Sin lugar a dudas.
Él era muy amigo de mi suegro, Luis Danussi, destacado dirigente gráfico
del anarco-sindicalismo argentino, quien leía a Pascoli y se escribió
con Albert Camus. Pero fue el poeta Lucas Moreno, un hombre que supo
guiarme en lecturas, quien me lo presentó un sábado por la tarde en su
casa. Yo sabía de su obra, de su importancia, pero otra cosa fue luego
el trato casi cotidiano o semanal. Moreno me había presentado a Álvaro
Yunque, a Jorge Calvetti, a Francisco Gil, a don Roberto Guevara. Pero
con la llegada de Luis Franco el universo cambió. Otra manera de ver la
literatura, el descubrir autores, tendencias. Venía del Profesorado en
Letras en donde estudiábamos latín, griego, literatura medieval alemana,
inglesa, francesa, italiana, española…, una formación clásica y de
primer nivel. Con Franco descubrí no sólo autores fundamentales como
Goethe o Henry David Thoreau (en profundidad quiero decir), sino que me
hizo conocer nuestros escritores con otro concepto. Allí venía Lugones,
Rafael Barret, Horacio Quiroga, Rubén Darío, Domingo F. Sarmiento, el
manco Paz y la mirada de la América mestiza. Luego conocí a Enrique
Molina, Juan L. Ortiz (viajé hasta Paraná para verlo y entrevistarlo),
Juan José Manauta, David Viñas, Osvaldo Bayer, Alfredo Llanos, Lysandro
Galtier… Con Franco escuchaba la voz de la insurrección pero también la
voz del decoro, de la decencia, de la honestidad, del coraje civil. En
1978 publicamos por nuestra cuenta y con el apoyo de unos pocos amigos “Conversaciones con Luis Franco”.
Luego se editó a través del sello Torres Agüero y debe andar por la
quinta o sexta edición. Franco es uno de nuestros grandes escritores,
casi desconocido. Ensayista, cuentista, poeta. Y los libros sobre
pájaros u otros animales que son bellísimos. Una prosa donde la tinta
aún está fresca. Un ser único. Él me llevó a leer, además, textos sobre
biología, botánica, zoología. Franco y más tarde Luis Alberto Quesada,
Hugo Cowes, José Conde, Ricardo E. Molinari y Héctor Ciocchini fueron
fundamentales en mi vida, hombres que me guiaron, que iluminaron mi
trayectoria. Ejemplos de ética, de honestidad y además con vidas
intensas. Franco concurría a cenar a casa, pasaba los fines de año en lo
de mi suegro. Era el maestro, el faro que iluminaba, el hombre que
seguimos admirando y amando.
(Continuará)
viernes, 15 de enero de 2016
Qué es la Antártida
¿Qué es la Antártida? Información general de esta temática
Esta es una publicación de utilidad para aprender y enseñar
Esta es una publicación de utilidad para aprender y enseñar
Los Argentinos poco conocemos sobre la Antártida y esto es debido a que el Día de la Antártida Argentina (22 de febrero)
es una fecha que se encuentra dentro del periodo de receso escolar y
solo se trata esta temática durante el año en la materia geografía,
salvo en los últimos años que se han implementado algunas disposiciones
que hacen al tema.
Como
paliativo a esta situación de desconocimiento, en algunas provincias y
municipios del país, ante nuestras reiteradas manifestaciones, han
incluido en el Calendario Escolar el Día de la Confraternidad Antártica (21 de junio),
fijándose como objetivo, "promover la difusión y toma de conciencia con
respecto a la importancia de la presencia de nuestro país sobre el
territorio Antártico".
La
Dirección Nacional del Antártico ha desarrollado en su página de
Internet una importante publicación sobre todo lo relacionado con la
Antártida y como los nobles propósitos de esta Fundación son la difusión
de temas Antárticos en general, la ponemos a disposición del publico en
general y en especial de los docentes, debido a que esta nota es de
suma utilidad para aprender y enseñar.
Desarrollo de la información, haga clic aquí: dna.gob.ar/la-antartida
miércoles, 13 de enero de 2016
lunes, 11 de enero de 2016
jueves, 7 de enero de 2016
Cumpleaños
Cumplieron años en estos días:
El 3- Evelyn Manuel
4- Micaela Gonzàlez
5- Marita Fittipaldi
Rosana Iuri de Siris
¡Felicidades!
martes, 5 de enero de 2016
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