Adiós a Ray Bradbury

Ray Bradbury, quien recibió la Medalla Nacional de la Fundación del Libro 2000, por su Distinguida Contribución a las Letras estadounidense, la Medalla Nacional de las Artes 2004 y en el 2007 el Premio Especial de citas Pulitzer, murió el 5 de junio de 2012, a la edad de 91 años tras una larga enfermedad. Vivió en Los Ángeles.En una carrera que abarca más de setenta años, Ray Bradbury ha inspirado a generaciones de lectores a soñar, pensar y crear. Fue un prolífico autor de cuentos, así como numerosos poemas, ensayos, obras de teatro, óperas, teleplays y guiones de cine.
 Bradbury fue uno de los escritores más reconocidos de nuestro tiempo. Sus obras innovadoras incluyen Fahrenheit 451, Crónicas marcianas, El hombre ilustrado, El vino del estío y Something Wicked This Way Comes. Escribió la obra de teatro de pantalla de adaptación de la película clásica de John Huston de la Moby Dick, y fue nominado para un Premio de la Academia. Adaptó sesenta y cinco de sus historias para la televisión el Teatro de Ray Bradbury, y ganó un Emmy por su adaptación para televisión de El árbol de Halloween. En 2005, Bradbury publicó un libro de ensayos titulado Bradbury habla, en la que escribió: "En mis últimos años me he mirado en el espejo y se encuentra cada día una persona feliz, mirando hacia atrás. A veces me pregunto por qué puede ser tan feliz. La respuesta es que todos los días de mi vida he trabajado sólo para mí y para el gozo que proviene de la escritura y la creación. La imagen en el espejo no es optimista, pero es el resultado de un comportamiento óptimo".Le sobreviven sus cuatro hijas, Susan Nixon, Ramona Östergren, Karapetian Bettina, y Bradbury Alexandra, y ocho nietos.
A lo largo de su vida, Bradbury le gustaba contar la historia de un mago carnaval, Señor Eléctrico, en 1932. Su actuación en la final de Eléctrico se acercó a Bradbury doce años de edad, tocó al niño con su espada, y ordenó, vive para siempre! Bradbury -dijo más tarde- decidí que era la idea más grande que jamás había escuchado. Empecé a escribir todos los días. Nunca he dejado.

Extraido de la página de  Ray Bradbury