domingo, 25 de agosto de 2013

Huellas en el Tiempo - Peregrinación a Luján

Esta vez el Túnel del Tiempo nos lleva hasta la década del 40 y nos deja en la estación del Ferrocarril del Sud de Tapalqué. Es de noche. La estación está colmada de pasajeros y sus familiares que los van a despedir.
Averiguamos que en poco tiempo más pasará un tren que viene de Olavarría, desde donde se ha organizado una Peregrinación al Santuario de Luján.
Familias completas animados por la fe hacia la imagen de la Virgen Gaucha, ahorran y se preparan durante largo tiempo para sumarse a esta caravana. Marchan con la maleta cargada de sueños y esperanzas para que la Virgen interceda en sus pedidos por salud, paz, armonía  y por un futuro mejor para toda las familias. 

Segunda parte: 
Las Peregrinaciones a Luján, de las décadas 1930-1940, en las que participaban muchos pobladores de Tapalqué, eran organizadas en Olavarría, algunas por la Iglesia del Monte Viggiano, Virgen de la Región de la Basilicata, Italia.  
Una investigación realizada, nos permite conocer que si bien los italianos -considerada la mayor colectividad extranjera en la Argentina- habían logrado organizar importantes movilizaciones, no eran los únicos porque también lo hacían franceses, españoles e irlandeses, etc. 
Las peregrinaciones comienzan a fines del siglo XIX, aumentan alrededor del Centenario en 1910, se incrementan a partir de 1916 con la celebración del Colegio Eucarístico Nacional, hasta alcanzar su máxima expresión en 1934 con la realización del Congreso Eucarístico Internacional, en Buenos Aires. 
En un primer momento las colectividades marchaban con las banderas de su país de origen, pero poco a poco, "se adviertió una mayor tendencia a la nacionalización de las masas, a medida que las movilizaciones cobraban mayor envergadura".  Según la autora Lida Miranda "el canto argentino se convirtió en el más coreado por todos los asistentes y las banderas argentinas proliferaban. El Himno Nacional Argentino se volvió un ingrediente fundamental de esta liturgia que pretendía ser por demás incluyente, con estandartes y banderas que realmente identificaban a todos.

Tercera parte    
 Las familias Fittipaldi- Capdevila participaron en varias oportunidades de estas movilizaciones.
Se reunían varios integrantes de la familia -padres, hijos, tíos, sobrinos, amigos. No era de extrañar por su condición de familias numerosas muy unidas y por su sed de conocimiento y aventuras.
Hay una anécdota familiar que nos hacía reir mucho, cada vez que la contaban. Para una peregrinación donde iban a participar varios hermanos Capdevila se mandaron a hacer unas valijas. Si bien pasaban solo un día en Luján, decidieron llevar muchas cosas, pero el artesano les hizo unas manijas demasiado chicas en relación a su tamaño.  .
-¡Pá que llevamos valijas! decía el Tío Cristóbal con esa sonrisa pícara que tenía y se reían contando sus propias peripecias por las incomodidades que habían pasado.  

En la foto superior aparecen Lucho Capdevila, Cata y Fito Fittipaldi, Antonia Capdevila de Fittipaldi, Sabiniano Fittipaldi y Pío Montenegro (hijo adptivo de Feliciano Capdevila).

En la segunda un muchacho de apellido Suárez, Fito y Sabiniano Fittipaldi, Lucho Capdevila, Beco Laragnée y Pío Montenegro.

Esta vez el Túnel del Tiempo nos ha llevado a seguir huellas muy ligadas a nuestros afectos, por lo que el viaje nos ha resultado sumamente placentero. ¡Hasta la próxima!
GSF  

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