El dos mil once se acaba
cumpliendo su itinerario
y Navidá es corolario
que al Niño Jesús alaba.
El treinta y uno es la brava
fecha del cuete corsario
que despide, temerario,
un viejo año que se agrava.
Por eso ésta Asociación
alza un brindis de ocasión
por asociados y extraños.
Que haya escritos superiores,
les desea a los escritores
y les augura: ¡un buen año!
Comisión Directiva
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