Finalmente nos despedimos de Berlín, el domingo fuimos a un mercado enorme, donde había desde argentinos artesanos a artículos de ferretería, bicicletas usadas, libros e instrumentos.
Salimos de la ciudad con la ayuda de Gepesito como un gato al que se acaricia con suavidad de enternecido cómplice. Por no tener a donde ir propuse Merano, el pueblo que nombraba anteriormente donde trabajé en el 89’, un pueblito de unos cuarenta mil habitantes acobijado entre las montañas. Llegamos después de mil y algo de kilómetros y caminos bastante ariscos, el caño de escape a medias, pero sin alarmas serias.
Algo cansado de tanto manejar nos metimos en el primer camping que encontramos, casi en el centro de la ciudad, al otro día a la mañana, mientras incursionaba en bicicleta vinieron visitas, una mujer argentina se enteró en la recepción que había otro argentino y quería saludar. Una lástima porque cuando aparecí ya se habían ido, era de Córdoba.
En poco tiempo armamos campamento, pusimos una carpa que haga la vez de ”living” y reparo al viento que entra de paso por este pueblo rodeado de montañas, colgamos las hamacas de la mejor manera posible y quedaron muy cómodas, escalonadas como en un barco antiguo. La temperatura es agradable, la zona es conocida por su clima sano, si bien con rasgos tirolés austríaco se palpita Italia en varias de sus costumbres.
Pasó una semana, el mundo de alguna manera de nuevo de lado, las manzanas todavía algo verdes hasta se dejaron comer. Del camping al que llegamos porque no teníamos otra opción no nos movimos, descansamos, ese ”dulce fare niente” siempre es bienvenido, las plantaciones que cubren las laderas, el reconcocer difusamente en la memoria ciertos lugares, el buscar caras conocidas. Di con la dirección de un amigo en la red y a pesar de la tentación no lo llamé, no quería interrumpir ni invulucrar mi paraíso pasajero con mi pasado. Luego de una semana de paseos en bici (además de la mía, el municipio presta bicicletas gratis) por la montaña costeando ríos y plantaciones de manzana, de pileta en el camping, de visitar un antiguo castillo donde la pasaba de primera una tal Sissi, emperatriz o algo así, de Austria, (http://www.touriseum.it/it/
En fin, disfrutamos de lo italiano, desarmamos campamento y salimos rumbo a Paris.
Nos recomiendan un paso por Suiza, si bién muy transitado, con varios túneles que alivian las subidas. Mientras atravesamos Suiza de noche pensé en ”Los Conjurados”, el último librito de Borges:
”En el centro de Europa están conspirando.
El hecho data de 1291.
Se trata de hombres de diversas estirpes, que profesan diversas religiones
y que hablan en diversos idiomas.
Han tomado la extraña resolución de ser razonables.
Han resuelto olvidar sus diferencias y acentuar sus afinidades.
Fueron soldados de la Confederación y después mercenarios, porque eran
pobres y tenían el hábito de la guerra y no ignoraban que todas las empresas
del hombre son igualmente vanas.
Fueron Winkelried, que se clava en el pecho las lanzas enemigas para que sus camaradas avancen.
Son un cirujano, un pastor o un procurador, pero también son Paracelso y Amiel y Jung y Paul Klee.
En el centro de Europa, en las tierras altas de Europa, crece una torre de razón y de firme fe.
Los cantones ahora son veintidós. El de Ginebra, el último, es una de mis patrias.
Mañana serán todo el planeta.
Acaso lo que digo no es verdadero; ojalá sea profético.”
Años atrás de paso por Ginebra pasamos por el cementerio donde está enterrado, entonces las inscripciones en la tumba escritas en danés antiguo me resultaron familiar.
Conciente de que ahí cerca están a punto de probar una simulacíón del origen del universo en un tunel de 27 km de largo, donde el Centro Europeo de Investighación Nuclear se propone el Bing Bang, acelero (si a esto se le puede llamar aceleración en este contexto) mi modesto cascajo para alejarme cada vez mas de esta frontera amenazante, donde un supuesto agujero negro podría engullirnos a todos juntos, como un Moby Dick sin cuerpo, de puro e infinito espacio.
La fecha para la prueba es el 7 de agosto, faltan unos días y ojalá no sea profético… http://www.lhcountdown.com/
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