Escribirle algo a mi pueblo en su 149 aniversario, implicaría fusionar
en letras, no solo los mandatos de la razón sino también los de mi propio corazón,
y al no sentirme preparado para esa tarea caería irremediablemente en la
obsecuencia de ponderarlo por sí mismo, por su belleza, por su grandeza, por su
gente…
Por eso, voy a desplomarme en la tentación de escribir a flor de piel,
despojando cualquier tipo de prejuicio, tomándome el atrevimiento de expresarme
en representación de todos y cada uno de los que tuvieron y tenemos la gracia
de amar esa tierra. Si no lo logro, me quedará el consuelo de Jorge Luis Borges
que afirmó que “uno llega a ser grande por lo que lee y no por lo
que escribe”.
Los que hablamos de Tapalqué, irreparablemente y
de manera implícita, enaltecemos el amor a la Patria chica en perspectiva geográfica, pero
grande por su espíritu y por su valor. Con una firme voluntad puesta al
servicio de la noble causa de revalidar nuestras raíces, tenemos la
satisfacción de darnos a conocer por nuestro pueblo. No importa tanto lo que somos, sino de donde
venimos, lo que representa la más genuina tradición de Tapalqué.
Muchos partimos con el ideal de instruirnos, pero
con la esperanza viva de algún día, pegar la vuelta para devolver un poco de
todo lo que nos ha brindado esa tierra y allí la ley de boomerang habrá de
cumplirse
Tarea digna esta de ser ciudadano de Tapalqué, la
única ambición que la impulsa es la misma que soñaron nuestros antepasados, la
de un pueblo libre y seguro. Ellos abrieron el surco y dejaron la semilla, quizás
nosotros seamos parte del florecimiento…
Como dice San Agustín, “solemos ser curiosos por
conocer las vidas ajenas”, pero no es de chusmas, es simplemente una característica que enorgullece a los
pueblos, y es la de dar respuesta a todos los problemas que surjan, y allí
radica el significado del término solidaridad,
ese que ha caracterizado al pueblo a lo largo de sus 149 años, que no es más que
el de un interés común.
Pasarán los años y todo habrá de transformarse,
la fisonomía del pueblo también será
parte de esa transformación, que quizás intente oscurecer las tradiciones
locales, destruyendo su propia personalidad y ahí, ahí le encontramos sentido
una vez más al valor de nuestras raíces.
Eso sí Tapalqué, “no te olvides cuando vuelva, que soy el hijo que ayer
partí…”
1 comentario:
Para "Tapalqueneros en la red" es un gusto publicar las palabras del joven Ignacio de los Heros, dedicadas a su suelo natal. Celebra, al mismo tiempo, la aparicición de nuevas letras que serán las encargadas de continuar con la tarea de hacer trascender el nombre de Tapalqué , más allá de sus propias fronteras. ¡Bienvenido!
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