viernes, 8 de febrero de 2013

“Boxeando entre las ideas”. Por Ignacio de los Heros.



No estaba en el “Luna Park”... No estaba en las calles las Vegas… ni por el Madisson Square Garden, no había soñado con Tyson, ni me inspiré en la Mole Moli.

Solo mientras de reojo miraba como mi hermanito de 6 años jugaba al juego de Bob Esponja, observaba desde mi privilegiada vista panorámica, en la ventana de mi cuarto, aquí en el piso 15, como la plaza “San Martín” de ésta maravillosa ciudad de la Plata, oficiaba de “cuadrilátero” del mejor de los combates, el de las ideas.

 “La bolsa”, como se dice en la jerga boxística, al premio por el que se “pelea”, era la aprobación o no de una Ley… sisi… Una Ley.

En el rincón Rojo, sobre calle 7, depositados por una inalterable cola de micros, con banderas con la cara de “Él”, y bajo el divertido lema de “Gorilones oligárquicos”, “La Cámpora” y “la JP” se preparaban para la velada.

En el rincón Azul, sobre el centro de la plaza, rodeando la estupenda estatua del General San Martín, bajo cientos de banderas celestes y blancas, los ruralistas calentaban motores para lo que sería una larga jornada.

De arbitro oficiaba la vereda que separaba ambos rincones, claro que la policía bonaerense y la infantería, rodeaban la Legislatura y la Cámara de Diputados, ya que a quienes había que cuidar eran a las estrellas, hoy, los diputados, y no a toda la gente que se movilizó juntando el mango para pagar las combis, que saldrían de toda la provincia y los depositarían en 7 y 53.

El rincón Rojo, hacía alarde con varios amplificadores que reproducían incansablemente, discursos de la Señora Presidente.  El rincón Azul, se daba fuerzas diciendo “hasta acá llegamos”,  cuchicheando por lo bajo antes de subir al ring que el quórum no iba a ser alcanzado.

Inspirándome en una retórica retorcida, “La pelea fue pacífica”. Ambos a su modo, atacaron y se defendieron, los del rincón rojo queriendo olvidar ese título del Consejo Mundial, que habían perdido en manos de los ruralistas, la madrugada del 17 de junio, cuando el peso liviano, Julio Cobos, daba el golpe de knockout a los kirchneristas, en aquella maratónica pelea desarrollada en el Congreso Nacional.    

Hoy no ganó nadie, pero si me piden una opinión, salió con el ojo menos hinchado “el campo”. Los ruralistas saben que si la ética republicana, prima por sobre la extorsión, al final del cuento, quienes reciban el cinturón serán ellos. Eso si, los partidarios del impuestazo y los que avalan el endeudamiento de los bonaerenses, que son los mismos claro, los representados por la JP Y la Cámpora tienen las últimas horas, para levantar el teléfono e intentar convencer a los diputados que les faltan.

Ahora, la plaza está tranquila, algo sucia, esperando para lo que mañana será seguramente la decisión del combate. Ruralistas y Kirchneristas, seguramente agazapados en sus casas, juntando aire, para escuchar el nombre de ellos primero, cuando Michael Buffer, tome el micrófono, se centre en el ring y diga….

AND THE WINNER IS….

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