Reiniciamos el viaje en el "túnel del tiempo". Esta vez vamos tras huellas patrióticas para estar a tono con el Día de la Bandera. Descendemos en la Plaza Adolfo Alsina de Tapalqué.
La gente se encuentra reunida alrededor de un escenario, levantado frente a la Municipalidad. Allí lo encontramos a Nano Fittipaldi, participando de una escena campera donde interpreta los versos criollos de Atahualpa Yupanqui, "Milonga de un peón de campo" Escuchemos:
La gente se encuentra reunida alrededor de un escenario, levantado frente a la Municipalidad. Allí lo encontramos a Nano Fittipaldi, participando de una escena campera donde interpreta los versos criollos de Atahualpa Yupanqui, "Milonga de un peón de campo" Escuchemos:
Yo nunca tuve tropilla, /
siempre en montao en ajeno.
Tuve un zaino que, de bueno,/
ni pisaba la gramilla.
Vivo una vida sencilla, / como es la del pobre pión:
madrugón tras madrugón, / con lluvia, escarcha o pampero,
a veces, me duelen fiero, / los hígados y el riñón.
Soy peón de La Estancia Vieja, / Partido de Magdalena,
y aunque no valga la pena, / anoten, que no son quejas:
un portón lleno de rejas, / y allá, en el fondo, un chalé.
Lo recibirá un valet, / que anda siempre disfrazao,
más no se asuste, cuñao, /y por mí pregúntele.
Ni se le ocurra decir / que viene pa´ visitarme:
diga que viene a cobrarme, / y lo han de dejar pasar.
Allá le van a indicar, / que siga los ucalitos.
al final, está un ranchito, / que han levantao estas manos.
Esa es su casa, paisano, /¡ahí puede pegar el grito!.
Allá le voy a mostrar, / mi mancarrón, mis dos perros,
unas espuelas de fierro, / y un montón de cosas más.
Si es entendido, verá: / un poncho de fina trama,
y el retrato de mi Mama, / que es ande rezo pensando,
mientras lo voy adornando, / con florcitas de retama.
¿Qué puede ofertarle un pión, / que no sean sus pobrezas...?.
A veces me entra tristeza, / y otras veces, rebelión.
En más de alguna ocasión, / quisiera hacerme perdiz,
para ver de ser feliz, / en algún pago lejano.
Pero a la verdad, paisano, /¡me gusta el aire de aquí...!
Vivo una vida sencilla, / como es la del pobre pión:
madrugón tras madrugón, / con lluvia, escarcha o pampero,
a veces, me duelen fiero, / los hígados y el riñón.
Soy peón de La Estancia Vieja, / Partido de Magdalena,
y aunque no valga la pena, / anoten, que no son quejas:
un portón lleno de rejas, / y allá, en el fondo, un chalé.
Lo recibirá un valet, / que anda siempre disfrazao,
más no se asuste, cuñao, /y por mí pregúntele.
Ni se le ocurra decir / que viene pa´ visitarme:
diga que viene a cobrarme, / y lo han de dejar pasar.
Allá le van a indicar, / que siga los ucalitos.
al final, está un ranchito, / que han levantao estas manos.
Esa es su casa, paisano, /¡ahí puede pegar el grito!.
Allá le voy a mostrar, / mi mancarrón, mis dos perros,
unas espuelas de fierro, / y un montón de cosas más.
Si es entendido, verá: / un poncho de fina trama,
y el retrato de mi Mama, / que es ande rezo pensando,
mientras lo voy adornando, / con florcitas de retama.
¿Qué puede ofertarle un pión, / que no sean sus pobrezas...?.
A veces me entra tristeza, / y otras veces, rebelión.
En más de alguna ocasión, / quisiera hacerme perdiz,
para ver de ser feliz, / en algún pago lejano.
Pero a la verdad, paisano, /¡me gusta el aire de aquí...!
La gente aplaude entusiastamente, mientras Nano, dueño del escenario disfruta de los aplausos del público.
De pronto vemos que las huellas se alejan y nos invitan a seguirlas. Nos llevan nuevamente al "túnel del tiempo". Descendemos en una playa extraña. En la lejanía vemos a alguien que camina lentamente, Nos aproximamos, es Nano con su hija al hombro:
Está en Odense, Dinamarca. Camina por la playa y disfruta de la naturaleza, el buen clima y de su familia.
Si volvieramos a encontrar las huellas de este eterno andariego, las seguiríamos hasta llegar a Groenlandia donde se encuentra en estos momentos.
Pero no, acá se pierden en la inmensidad. Seguramente, reaparecerán cuando retornemos a Tapalqué porque como dice en la milonga que cantaba cuando niño "... la verdad, paisano, ¡me gusta el aire de aquí...!
GSF
Pero no, acá se pierden en la inmensidad. Seguramente, reaparecerán cuando retornemos a Tapalqué porque como dice en la milonga que cantaba cuando niño "... la verdad, paisano, ¡me gusta el aire de aquí...!
GSF
Enlace: Se puede escuchar la milonga de Atahualpa Yupanqui interpretada por Alberto Merlo en: http://www.youtube.com/watch?v=3fzvR0YoStg
2 comentarios:
Excelente! Felicitaciones!
¡Gracias! Esa foto en el escenario es todo un hallazgo. Ni él mismo protagonista la tiene. Me hace feliz poder contribuir con estas simples historias de vidas, en un aniversario de Tapalqué, ¡tan importante! Vienen muchas más. No se si me alcanzará el tiempo para publicar todas. G.
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