EL CENSO
Pintaba linda la aurora
de la mañana’ el domingo
y como no tengo pingo,
temprano jui pal pobláu,
cuando vi a Justo A. Pretáu
gritando en medio el silencio:
-Es que acaso no se ha enteráu
güélvase para su rancho
que ya va a empezar el censo!-
Enderecé pa las chacras
apuráu como un bendito
y los teros con sus gritos
me servían de compañía,
mientras me iba preguntando
pa qué cuernos serviría?
Ni bien puse un pie en el rancho
apareció una mocita,
con una pila e carpetas,
medio asustada y bajita.
Había yegáu pobrecita
en su vieja bicicleta
de alguna marca osoleta
y por la forma presente
calculé, por el aspeto
que trabaja de docente.
Arrímese, yo le dije
alcanzándole un banquito,
ansina descansa un poco
y le sirvo un matecito.
Ella sacó unos papeles
y me empezó a preguntar,
yo me empecé a embaruyar
con las preguntas de ahora:
si tengo computadora,
agua corriente, parqué,
ansina , simplifiqué
esta entrevista cuñáu,
y no por ser mal habláu,
naides mira mi pobreza,
si tengo una o media pieza
no le interesa a denguno,
por lo tanto, le indiqué
que soy hombre y jubiláu,
solterón y callejero,
siempre viví en Tapalqué;
que a mi casa he disfrazado,
con el aspecto de un rancho
que es como un nido e’ carancho,
pero el mismo es un chalé.
Dotáu de incomodidades,
carece de infrastrutura,
y si me alumbro con velas
es porque en mis pensamientos
soy gaucho de corazón
y me ilumino con eyas
pa seguir la tradición.
No tengo calefacción
pero al abrir la ventana
dentra en sol por las mañanas
y es como una bendición.
Al baño lo he camufláu,
tiene forma de letrina,
por el olor a acaruina
lo verá desinfestáu.
La mocita me miró
pensando que estaba loco
o que me faltaba un poco
pa un ataque de presión.
Entonces muy educada
me dijo:- ya está censado,
yo cumplí con mi deber,
le agradezco su atención,-
dio su mano un apretón…
y yo respiré aliviado!
EL GAUCHO HILACHA
(censáu por anticipáu)
No hay comentarios:
Publicar un comentario