HILACHA:
Cuando el profesor hablaba
imaginaba un paisaje
con tuitos los personajes
y animales que nombraba.
El oso, gordo y sobón,
con una blanca camisa
guardando “cosas” en Suiza,
y oficiando de matón.
Yo sentía en el corazón
como un estado de gracia,
¡derrotar la contumacia
me llenaba de emoción!
Y verlos en un camión
trasladarlos a las rejas
agachando la orejas
y reclamando perdón.
Hago votos porque llegue
en dispués de la elección
el día que los investiguen,
les saquen lo que no es de ellos,
los encierren hasta el cueyo
y digan.:¡ESTE ES LADRÓN!
(Tal vez el oso no sea
aquel que yo me imagino,
el profesor habla bien,
pero sabe hilar muy fino.)
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