En la madrugada del 25 de enero de 1997 fue asesinado, en Pinamar, el reportero gráfico José Luis Cabezas. La noticia inundó las redacciones y conmovió no solo al mundo periodístico sino a toda la sociedad.
En estos momentos en que la rivalidad entre los medios, los lleva a acusarse entre sí sobre el papel que desempeñaron los periodistas, quien escribe estas líneas les puede manifestar que hizo, en esa oportunidad.
Como pasaban los días y no aparecían los culpable, uniéndonos a los reclamos que se hacía en algunas ciudades del país, convoqué, a través de radio Encuentro, a una manifestación en la plaza Adolfo Alsina, para pedir justicia.
Llamativamente no asistió ningún representante de ningún medio gráfico, radial o televisivo, ni periodistas, ni ninguno de los que ahora se rasgan las vestiduras en contra de los gobiernos de aquélla época, como haciendo realidad el dicho: "yo no cambio, el que cambia es el gobierno"
Sí acompañaron, en la oportunidad, un grupo de maestras jubiladas que no permanecieron indiferentes ante tan horrendo crimen y que no las nombro por temor a ser injusta y olvidarme de alguna.
Recuerdo que, a la hora señalada, pasaron varias personas en bicicleta o caminando para controlar la respuesta a la convocatoria e individualizar a quienes se manifestaban. Era imposible no darse cuenta que nos estaban controlando.
En la oportunidad distribuimos la imagen de José Luis Cabezas -que aparece en esta página- cuyas fotocopias habían sido sacadas y donadas por Roberto Zóccoli.
Y a tantos años, sin saber si se hizo o no justicia, volvemos a decir:
José Luis Cabezas: ¡Presente!
GSF
En estos momentos en que la rivalidad entre los medios, los lleva a acusarse entre sí sobre el papel que desempeñaron los periodistas, quien escribe estas líneas les puede manifestar que hizo, en esa oportunidad.
Como pasaban los días y no aparecían los culpable, uniéndonos a los reclamos que se hacía en algunas ciudades del país, convoqué, a través de radio Encuentro, a una manifestación en la plaza Adolfo Alsina, para pedir justicia.
Llamativamente no asistió ningún representante de ningún medio gráfico, radial o televisivo, ni periodistas, ni ninguno de los que ahora se rasgan las vestiduras en contra de los gobiernos de aquélla época, como haciendo realidad el dicho: "yo no cambio, el que cambia es el gobierno"
Sí acompañaron, en la oportunidad, un grupo de maestras jubiladas que no permanecieron indiferentes ante tan horrendo crimen y que no las nombro por temor a ser injusta y olvidarme de alguna.
Recuerdo que, a la hora señalada, pasaron varias personas en bicicleta o caminando para controlar la respuesta a la convocatoria e individualizar a quienes se manifestaban. Era imposible no darse cuenta que nos estaban controlando.
En la oportunidad distribuimos la imagen de José Luis Cabezas -que aparece en esta página- cuyas fotocopias habían sido sacadas y donadas por Roberto Zóccoli.
Y a tantos años, sin saber si se hizo o no justicia, volvemos a decir:
José Luis Cabezas: ¡Presente!
GSF
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