Tapalqueneando
La visita a Tapalqué, me ha permitido actualizar los conocimientos de su realidad en forma directa. Por supuesto que podría escribir un artículo mencionando la limpieza que he observado en todos los lugares por donde he pasado y algunos otros adelantos, como las calles con ramblas o farolas, pero ya tiene el gobierno municipal voceros propios que le cantan loas permanentemente. Desde mi punto de vista se le debe puntualizar al Municipio (y más aún debe hacerlo el periodismo) aquellos aspectos que no funcionan, para construir entre todos (gobierno, prensa y ciudadanía) un pueblo mejor.
Por trámites que debía realizar estuve en la calle en horas del mediodía, con un sol abrasador, lo que me ha permitido observar como se han reducido los árboles de las veredas. Es comprensible que en una ciudad donde la mayoría de su población se desplaza en autos o bicicletas, este detalle no haya sido advertido, pero para el que anda a pie, le resulta muy fácil comprobar que hay cuadras a las que solo le quedan uno o dos árboles, debiendo transitar el resto al rayo del sol.
En todo lugar medianamente organizado, el municipio es el que autoriza a sacar plantas cuando es imprescindible, repone ejemplares nuevos, autoriza plantaciones en lugares públicos y tiene una política sobre el arbolado de la ciudad. Sería interesante conocer cual es la de Tapalqué y como es su funcionamiento, pero sin duda alguien tiene que reponer los ejemplares que, por diversos motivos, se han sacado .
Y para que los que leen estas líneas, comprueben que la preocupación por el arbolado sucede, también, en otras ciudades, me permito transcribir partes del editorial aparecido hoy, en el diario "El Día" de La Plata:
"No ha sido eficaz ni continuada la política forestal seguida en las últimas dos décadas en la Región, tanto en lo que concierne a las tareas de mantenimiento del arbolado existente como a la reposición o la eventual plantación de ejemplares, en aquellas áreas alcanzadas por nuevos asentamientos poblacionales. Estas intermitencias u omisiones explican, a lo largo de estos años, los frecuentes reclamos de vecinos, especialistas en el tema ambiental y de organizaciones no gubernamentales, en los que se plantean reparos a distintos aspectos que hacen al mantenimiento del patrimonio arbóreo."
En los siguientes párrafos hace referencia a un plan de preservación y mejora del arbolado público del Municipio de La Plata (plantación de 2.100 ejemplares) -que no es nuestro caso-. Luego continúa:
"Los árboles de La Plata , además de constituir una herencia invalorable de los fundadores, que concibieron una ciudad verde, jalonada por parques e intercomunicada por arterias cubiertas de follajes, constituyen un múltiple y poderoso órgano de depuración de la atmósfera, importante para cualquier ciudad (...). Similares argumentos resultan válidos para Berisso y Ensenada. De allí que sea inexcusable para los tres municipios respetar y, desde luego acrecentar, el valioso patrimonio que significa el arbolado público. En épocas en las que la contaminación ambiental se ha convertido en un verdadero flagelo sanitario, defender este recurso resulta imprescindible."
En Tapalqué conversé con algunas personas sobre esta carencia de árboles en las veredas y la necesidad de reclamar al Municipio para que se preserve y acreciente el patrimonio forestal. Leer la misma inquietud en el medio de prensa que leo todos los días, me hizo asombrar por la coincidencia y me llevó a escribir este artículo. Esperemos a ver los resultados.
GSF
Por trámites que debía realizar estuve en la calle en horas del mediodía, con un sol abrasador, lo que me ha permitido observar como se han reducido los árboles de las veredas. Es comprensible que en una ciudad donde la mayoría de su población se desplaza en autos o bicicletas, este detalle no haya sido advertido, pero para el que anda a pie, le resulta muy fácil comprobar que hay cuadras a las que solo le quedan uno o dos árboles, debiendo transitar el resto al rayo del sol.
En todo lugar medianamente organizado, el municipio es el que autoriza a sacar plantas cuando es imprescindible, repone ejemplares nuevos, autoriza plantaciones en lugares públicos y tiene una política sobre el arbolado de la ciudad. Sería interesante conocer cual es la de Tapalqué y como es su funcionamiento, pero sin duda alguien tiene que reponer los ejemplares que, por diversos motivos, se han sacado .
Y para que los que leen estas líneas, comprueben que la preocupación por el arbolado sucede, también, en otras ciudades, me permito transcribir partes del editorial aparecido hoy, en el diario "El Día" de La Plata:
"No ha sido eficaz ni continuada la política forestal seguida en las últimas dos décadas en la Región, tanto en lo que concierne a las tareas de mantenimiento del arbolado existente como a la reposición o la eventual plantación de ejemplares, en aquellas áreas alcanzadas por nuevos asentamientos poblacionales. Estas intermitencias u omisiones explican, a lo largo de estos años, los frecuentes reclamos de vecinos, especialistas en el tema ambiental y de organizaciones no gubernamentales, en los que se plantean reparos a distintos aspectos que hacen al mantenimiento del patrimonio arbóreo."
En los siguientes párrafos hace referencia a un plan de preservación y mejora del arbolado público del Municipio de La Plata (plantación de 2.100 ejemplares) -que no es nuestro caso-. Luego continúa:
"Los árboles de La Plata , además de constituir una herencia invalorable de los fundadores, que concibieron una ciudad verde, jalonada por parques e intercomunicada por arterias cubiertas de follajes, constituyen un múltiple y poderoso órgano de depuración de la atmósfera, importante para cualquier ciudad (...). Similares argumentos resultan válidos para Berisso y Ensenada. De allí que sea inexcusable para los tres municipios respetar y, desde luego acrecentar, el valioso patrimonio que significa el arbolado público. En épocas en las que la contaminación ambiental se ha convertido en un verdadero flagelo sanitario, defender este recurso resulta imprescindible."
En Tapalqué conversé con algunas personas sobre esta carencia de árboles en las veredas y la necesidad de reclamar al Municipio para que se preserve y acreciente el patrimonio forestal. Leer la misma inquietud en el medio de prensa que leo todos los días, me hizo asombrar por la coincidencia y me llevó a escribir este artículo. Esperemos a ver los resultados.
GSF
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