jueves, 29 de marzo de 2012

Aniversario de la muerte de Miguel Hernández


El 28 de marzo se cumplieron 70 años de la muerte de Miguel Hernández. Al investigar sobre su vida y su obra, llama la atención la persecusión que sufrió en vida y que al parecer sigue después de su muerte. "Preso y condenado por el franquismo por su declarada simpatía hacia la República, el poeta del pueblo, como era conocido, no superó una bronquitis que agravó su tuberculosis ". Pero allí no termina la persecusión, 70 años después de su muerte, la obra del poeta está encerrada en la caja fuerte de un banco español. “Es el aniversario más triste que me podía imaginar -dice su nuera-. No concibo que 70 años después de la muerte, su obra no esté al alcance de todos"

    VIENTOS DEL PUEBLO ME LLEVAN

    Vientos del pueblo me llevan,
    vientos del pueblo me arrastran,
    me esparcen el corazón
    y me aventan la garganta.

    Los bueyes doblan la frente,
    impotentemente mansa,
    delante de los castigos:
    los leones la levantan
    y al mismo tiempo castigan
    con su clamorosa zarpa.

    No soy de un pueblo de bueyes,
    que soy de un pueblo que embargan
    yacimientos de leones,
    desfiladeros de águilas
    y cordilleras de toros
    con el orgullo en el asta.
    Nunca medraron los bueyes
    en los páramos de España.
    ¿Quién habló de echar un yugo
    sobre el cuello de esta raza?
    ¿Quién ha puesto al huracán
    jamás ni yugos ni trabas,
    ni quién al rayo detuvo
    prisionero en una jaula?
    ........................................

    Los bueyes mueren vestidos
    de humildad y olor de cuadra:
    las águilas, los leones
    y los toros de arrogancia,
    y detrás de ellos, el cielo
    ni se enturbia ni se acaba.
    La agonía de los bueyes
    tiene pequeña la cara,
    la del animal varón
    toda la creación agranda.

    Si me muero, que me muera
    con la cabeza muy alta.
    Muerto y veinte veces muerto,
    la boca contra la grama,
    tendré apretados los dientes
    y decidida la barba.

    Cantando espero a la muerte,
    que hay ruiseñores que cantan
    encima de los fusiles
    y en medio de las batallas. Miguel Hernández

    Al leer su poesía (un hallazgo: http://mhernandez.narod.ru/viento.htm) asombra la ingenuidad de quienes creen que tanto talento se puede encerrar en una caja fuerte.

    GSF

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