miércoles, 28 de marzo de 2012

Viajar es Vivir: El rey de la Patagonia

Orélie Antoine de Tounens llegó en 1858 al puerto de Coquimbo y después de pasar algún tiempo en casa de una dama francesa en Valparaíso y Santiago, se dirigió a la zona de la Araucanía desde el puerto de Valdivia. Allí se contactó con el lonco Quilapán, al que entusiasmó con su idea de fundar un estado para el pueblo mapuche como forma de resistencia al ejército chileno, durante la época final de la Guerra de Arauco.

Quilapán permitió el ingreso de Tounens a sus tierras, cuyo paso estaba prohibido para los huincas(extranjeros), y el 17 de noviembre de 1860 fundó allí el Reino de la Araucanía del cual fue proclamado rey bajo el nombre de Orélie Antoine I.

En los días siguientes, Tounens promulgó la co Patagoninstitución del reino y el 20 de noviembre del mismo año declaró la anexión de laa, estableciendo como límites el río Biobío en Chile por el norte, el Pacífico por el oeste, el océano Atlántico por el este desde el río Negro en la actual Argentina hasta el estrecho de Magallanes, límite austral continental del Reino.

Tounens viajó a Valparaíso para dar a conocer su reino al gobierno de Chile, en aquel entonces bajo la presidencia de Manuel Montt, el cual no reconoció el nuevo Estado. Después de regresar a la Araucanía, el gobierno chileno bajo el mandato del nuevo presidente José Joaquín Pérez, ordenó la búsqueda y arresto del rey Orélie Antoine, bajo los cargos de perturbación al orden público. Un criado suyo lo entregó a orillas del río Malleco, en enero de 1862, siendo trasladado a Nacimiento y luego a Los Ángeles donde fue recluido en un manicomio. El cónsul francés logró sacarlo de allí y lo repatrió a Francia.

En Europa, Tounens promocionó su aventura, siendo apoyado por algunos empresarios para financiar un segundo viaje, realizado a fines de 1869. Sin embargo, durante aquellos años, el gobierno chileno había realizado maniobras de coerción en el territorio para incorporarlo a la República, por lo que Tounens no fue recibido con el apoyo anterior, debiendo huir a Buenos Aires.

Tras intentar dos nuevos ingresos en 1874 y 1876, murió el 17 de septiembre de 1878. Al morir sin herederos, uno de sus amigos, Gustave Achille La Viarde fue coronado sucesor, quien solicitó ayuda económica y militar al presidente de los Estados Unidos, Grover Cleveland, para la liberación de los territorios ocupados, la cual fue denegada.

Desde entonces, se estableció un gobierno en el exilio en París, que gozó de cierto reconocimiento en las distintas casas reales de Europa. Su actual cabeza, Philippe Paul Alexandre Henry Boiry, príncipe de Araucanía y Patagonia, ha tenido contactos con algunos líderes mapuches.

Imagen: Orélie Antoine de Tounens con vestido tradicional mapuche.

EL REY DE LA PATAGONIA

Preparamos este viaje así, como si el tiempo no tuviera fin, y los sentidos se plegaran a la aventura del conocimiento de nuestro territorio.

No hemos tenido la oportunidad de recorrer la Patagonia. Una vez fuimos hasta Bariloche y El Bolsón, pero esta vez es distinto, queremos la costa este, la de la ruta 3, esa que te lleva hasta Ushuaia.

A medida que vamos transitando como los caracoles, con la casita a cuesta (casilla rodante), vamos encontrando las maravillas de la geografía y la historia, que mil veces desarrollé en las clases con mis alumnos.

Primera parada a la orilla del Río Negro, del lado de Carmen de Patagones, al otro lado Viedma, capital de la provincia de Río Negro.

En Patagones llama la atención, su estilo colonial. Visitamos el museo que encierra su historia. Fundada en 1779, época del Virreinato, tiene un microcentro histórico, donde sus casas y sus calles dan cuenta de la época. Allí nos enteramos que a los nacidos en Carmen de Patagones los llaman “maragatos”, y que este nombre hace referencia a pobladores de la provincia de León, España, que ha dado nombre a la comarca de la Maragatería, primeros pobladores del lugar y fundadores de la cuidad.

Otra característica que se observa es la gran cantidad de descendientes afroamericanos, que tiene su relación con la presencia de pobladores de raza negra, habitantes del lugar desde la época de su fundación.

Una lancha nos transporta hasta Viedma, ($2), el pasaje es muy económico, en quince minutos estamos en la otra orilla. Recorremos unas horas y luego volvemos a Patagones. El

Río Negro nos espera para darnos un chapuzón.

Y así seguimos viaje, por San Antonio Este, donde las aguas son tan trasparentes que se ven tus pies al bañarte, y las calles son íntegramente de conchillas de caracol, y se pueden degustar mariscos en los dos restaurantes que tiene el puerto, de este caserío de 2 manzanas y cincuenta habitantes. ¿Y Las Grutas?, nos dimos cuenta qué son las grutas cuando bajó el agua a la tarde y asomamos nuestra nariz por la puerta de la casilla.

Y de allí a Puerto Madryn, a Punta Tombo, para ver pingüinos en vivo y en directo, a Río Gallegos y a Ushuaia. Aquí el cuento:

Caminamos por el paseo de los artesanos de Ushuaia, vamos comprando rec

uerdos para la familia, el ritual de todos los viajes. Hay un cartel que hace que mi vista se dep

osite allí. La artesana cose con hilos y aguja, unas gorras de piel. Mi curiosidad lleva a que le pr

egunte porqué escribió ese cartel. Está escrito de puño y letra, con un fibrón azul, sobre una cartulina blanca, plastificado con cinta transparente.

Con una amplia sonrisa comienza su relato. Saca un cuaderno, y de allí dentro un recorte periodístico, del diario “Berlín Time”. Demás está decir que con un escaso inglés que estoy tratando de aprender, menos podía saber que decía ese artículo en alemán. Sí reconozco que la transcripción del cartel se encuentra en el mismo.

Y ella cuenta, con un dejo de nostalgia, que el año pasado unos turistas alemanes que pasaban por el puesto, sintieron la misma curiosidad, y le preguntaron por el cartel. Cuando fueron a Alemania, elaboraron una nota con su narración, que se publicó en el diario “Berlín Time”. Este año, llega a Ushuaia un crucero con turistas alemanes que le traen el recorte del diario donde está su historia.

Rosa de Lejos, la artesana, narra la leyenda de quien según ella es el verdadero Rey de la Patagonia, y entre hilo e hilo, aguja y aguja, teje los sueños de los miles de pobladores de esta meseta árida, desierta, ventosa; llena de guanacos, avestruces, cuises, con lunares blancos entre sus montañas, paisaje de ovejas, con algún ranchito, con chimenea humeante, ante el ostentoso frío.

Patagonia solitaria, amada, mimada, recorrida y reconocida, por los que, enamorados de tus paisajes, nos subimos a tu viento, y acunados, descubrimos que la maravilla existe cuando hay rosas y reyes que cobijan tu omnipotencia.

GRACIELA

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