domingo, 2 de agosto de 2009

"Hola Dios"


Te escribo para saludarte y porque ahora sí tengo que surtirme, pues la “canasta básica”, con que me mandaste al mundo se me ha ido agotando a lo largo de estos años.

Por ejemplo, la paciencia se me acabó por completo, igual que la prudencia y la tolerancia. Ya me quedan poquitas esperanzas y el frasquito de fe, está también vacío.

La imaginación también está escaseando por estos rumbos. También debes saber que hay cosas de la canasta que ya no necesito como la dependencia y esa facilidad para hacer berrinches, que tantos enojos y problemas me han ocasionado. Así que quisiera pedirte nuevos productos…

Para empezar me gustaría que rellenaras los frascos de paciencia y tolerancia (pero hasta el tope), y que me mandes, por favor, el curso intensivo “Cómo ser más prudente”, volúmenes 1, 2 y 3.

Envíame también varios bolsones grandes de madurez, que tanta falta me hace. También quisiera un baúl de sonrisas, de esas que alegran el día a cualquiera.

Te pido que me mandes dos piedras grandes y pesadas para atarlas a mis pies y tenerlos siempre sobre la tierra.

Si tienes por ahí guardada una brújula para orientarme y tomar el camino correcto, te lo agradecería mucho. Regálame imaginación otra vez; pero no demasiada, porque debo confesar que en algunas ocasiones tomé grandes cantidades y me empachó.

Nuevas ilusiones y una doble ración de fe y esperanza también me caería excelente.

Te pido una paleta de colores, para pintar mi vida cuando la vea gris y oscura.

Me sería muy útil un bote de basura para tirar todo lo que me hace daño.

Por favor mándame una cajita de curitas para sanar mi corazón, porque últimamente ha tropezado bastante y tiene muchos raspones.

Te pido unos disquetes, porque tengo el cerebro lleno de información y necesito espacio para guardar más.

Y muchas zanahorias, para tener buena vista y no dejar pasar la oportunidad de ver las cosas positivas de la vida.

Necesito también un reloj grande, muy grande, para que cada vez que lo vea me acuerde que el tiempo corre y no debo desperdiciarlo.

Muchísima fuerza y seguridad en mí mismo, me vendrían bien… Sé que voy a necesitarlas para soportar los tiempos difíciles y para levantarme cuando caiga.

También quisiera una cajita de pastillas de las que hacen que crezca la fuerza de voluntad y el empeño, para que me vaya bien en la vida.

Necesito una pluma con mucha tinta, para escribir todo lo que pude hacer y lo que no he podido, junto con los planes que tengo para lograrlo.

Pero más que nada, te pido que me des mucha vida, para lograr todo lo que sueño.

De antemano te agradezco lo que me puedas enviar, y te agradezco el doble todo lo que me mandaste la primera vez.

Te quiere, tu hija/o

Enviado por M. M. (de Vivir Mejor).

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