miércoles, 26 de enero de 2011


Árbol de mi casa
¡Qué sombra benigna en mi casa tengo...!
y es un solo árbol que alegra mi huerto...
Ya por las mañanas me llama, me acerco
y escucho su música de raíz adentro.
Es un canto dulce de cantares nuevos,
idioma extraño de tierra, de cielo.
Por eso es que amo a mi árbol quieto,
y amo su regazo como aquel primero...
Aquel de mi madre que fue cuna, puerto,
paño de ternura, abrigo de besos.
Árbol mío frondoso, verde cual mi sueño,
que siempre sustenta mi cálido verso.
De noche susurra, percibo su credo...
y sé lo que arguye buscando consuelo.
No quiero que sufras con el frío intenso
ni bajo la lluvia del otoño incierto.
En las noches crudas caldearé el silencio,
para que te sientas nutrido de afectos;
y no te halles solo, árbol compañero,
ni sola me dejes, hilvanar recuerdos.
Julia De Caro

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