martes, 23 de agosto de 2011

Viajar es Vivir. 7ª entrega


Chichén- Itzá 3ª parte
Existe otro significado para Chichén- Itzá que se relaciona con el dios en cuyo honor se construyó El Castillo, la estructura símbolo de este lugar.
La teoría se basa en que los mayas están hermanados con los huastecos y por eso existen grandes similitudes léxicas. Chichén significa pájaro, y la palabra itzam, culebra o serpiente. Y esto nos remite a Kukulcán, el pájaro serpiente o serpiente emplumada que, según la leyenda, llegó para gobernar Chichén- Itzá.
Esta construcción en forma de pirámide tiene 91 escalones en cada escalinata lateral, lo que hace un total de 364 escalones, y las cuatro convergen en un escalón común (cima), siendo entonces 365 que coinciden con los días del año del calendario actual. En la parte superior había un templo y otro en su interior, donde se halló un trono de piedra que representa al jaguar con ojos de jade. El Castillo es imponente. Muestra el dominio matemático, la perfección arquitectónica y el conocimiento de los astros por parte de los mayas.
Este edificio precolombino es un calendario exacto de piedra, así como un indicador del movimiento de rotación de la tierra y de los astros. La perfección del conocimiento maya provocó que los itzáes construyeran este edificio con una desviación de 20º 30' y 30" con relación al noroeste, lo que permite en los equinoccios que coincida con el ángulo de desviación que tiene la Tierra. Tiene además otras características matemáticas y astronómicas. Por ejemplo el hecho de que sus cuatro lados están dirigidos a los respectivos puntos cardinales y su perfecta orientación señala los inicios de los ciclos o períodos de siembra, lluvia y cosechas a través de los equinoccios de primavera (el 21 de marzo) y otoño (22 de septiembre).
La construcción de la pirámide ocurrió en el año 800 d.C. y duró unos 5 años. Estudiado incluso por la NASA, el Castillo cuenta al pie de su escalinata norte, con dos cabezas talladas en piedra de una serpiente emplumada, Kukulcán, que durante el equinoccio de primavera y otoño "cobra vida" gracias a varios fenómenos arqueoastronómicos. Es uno de los misterios más apasionantes que guarda Chichén- Itzá cuando, la sombra hecha por una de sus esquinas, refleja el descenso de Kukulcán por las escaleras principales
Conforme se acerca la hora exacta del cambio de estación del año, primavera u otoño, la proyección del sol en la escalinata norte crea un efecto de luz y sombra que permite la formación de 7 triángulos isósceles que parecen desdender y formar el cuerpo de la serpiente maya. Miles de personas de todas partes se reúnen en esas fechas precisas junto a la pirámide para observar el majestuoso descenso de Kukulcán. Un espectáculo que convoca por su misterio y tradición.
El guía nos cuenta estos secretos que han sido descubiertos en torno a esta obra arquitectónica cuyo significado religioso estaba íntimamente ligado a la actividad agrícola y que a pesar de los años, aún es referente entre la población maya para saber el destino de las cosechas.
Según una investigación realizada por un estadounidense la población maya tenía una estatura media entre 1,15m y 1,40m y pesaban alrededor de 52 kg. Su cabeza era ancha, pelo negro y lacio, frente amplia, ojos oscuros, cuello corto y hombros anchos.
Las características de estos grupos eran modificadas por influencias mágicas y/o rituales, ya que variaban la posición de sus ojos para obtener una vista estrábica. La deformación del cráneo la practicaban los padres a los niños aprovechando que los huesos, entre la primera semana de nacidos y los dos años, no están sólidos y son moldeables. Les realizaban la deformación del cráneo por alargamiento colocándoles dos tablas, una en la frente y otra atrás. Se practicaba en los recién nacidos de ambos sexos y de todas las clases sociales. Otra costumbre era limar y perforar los dientes para colocar "piedras semipreciosas" (jade, obsidiana).
Tuvieron el sistema de escritura más completo de todos los pueblos indígenas americanos. Con él escribieron textos de medicina, botánica, historia, matemáticas, astronomía. Se conservan además algunos códices.
Desarrollaron un calendario muy preciso, con un año de 365 días. El año solar (haab) tenía 18 meses de 20 días cada uno y otro más, de sólo 5 días en los cuales no se trabajaba. Utilizaban un sistema de numeración particular. Tenían un signo para representar el 0 (un ojo cerrado), fueron los que lo inventaron, pudiendo así realizar operaciones matemáticas complejas. El punto tenía un valor numérico de 1 y la raya, 5. Así podían contar hasta 19, y para hacer números mayores tenían que colocar estos signos en determinadas posiciones.
Otra frase que nos tiró el guía para que reflexionáramos sobre la importancia de esta civilización: "Si los mayas vivieran hoy, el hombre volaría".
Hasta la próxima.
Norma
Fotos
1- hermosa y enigmática, ¡Kukulcán!
2- trono de jaguar con incrustaciones de jade.
3- Quiti y yo con la pirámide como fondo.
4- cabeza de serpiente tallada en la piedra
5- primer plano de la escalinata
6- calendario haab de 365 días
7- números mayas.

2 comentarios:

Graciela dijo...

Hola M.M. me encantó este relato, que inteligencia sobrenatural tenían los mayas, me dió impresión cuando leí lo que hacían a los bebes para cambiar la forma de la cabeza, la pirámide una hermosura y cuantos escalones, me puse un poco contenta que eran más pequeños que yo, jajaja.....bueno hasta el próximo, cariños Grace.

M. M. dijo...

Sí, Grace. Es increíble lo que hacían con lo niños. Lo del cráneo y los dientes es fuerte (vimos las fotografías que nos mostraron). Desde hace unos años prohibieron subir hasta la cima de la pirámide pues hubo accidentes, y además era notable el deterioro que se estaba produciendo en las escalinatas.Seguí contenta, medían mucho menos que vos. Un abrazo, Norma.