
Las fotos de Ethel, nos hicieron recordar las palabras que Johann Wolfgang Goethe escribiera en 1786, en su libro "Viaje a Italia". Internet nos facilitó el camino. Transcribimos algunos párrafos:
"Cuando llegué aquí, no aspiraba a nada. Y ahora sólo persigo que nada siga siendo para mí un mero nombre, una simple palabra. Quiero ver y descubrir con mis propios ojos todo aquello que se considera bello, grandioso y venerable".

"Si en otras ciudades hay que buscar los objetos dignos de interés, aquí estos nos acosasn y saturan. Luego llega la noche y uno está cansado de tanto mirar y admirar".
Y en otro momento dice:


Y en esta búsqueda incesante encontramos estos versos de Julio Flórez (colombiano):
En la viva esmeralda gigantesca
del mar, como una solitaria ondina,
hundes tu carne, luminosa yfresca
saturada de púrpura latina!
Y en tanto que, sobre las olas miras,
pasar la procesión de tus bajeles,
cantan tus triunfos de anuncianas liras,
pintan tu gloria angélicos pinceles!
No hay sol como tu sol cálido y rubio,
Ni azul como tu azul. La sabia Grecia
volcó en tu ser su espiritual efluvio.
Nación ninguna, como tú, se precia,
de ostentar un fanal... como el Vesubio,
y una acuática flor... como Venecia!

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