Rescatando viejos versos

De pronto, apareció en una biblioteca olvidada, un libro de versos. Su autor Pantaleón Alvarez Ávila, su título: "Salpicón de ideas", editado en 1970, con un prólogo de la señora Leonida Marmissolle de Campagne e impreso en los Talleres Gráficos "El Camino" de Tapalqué (Prov de Buenos Aires), el día 4 de abril del año 1970 con una dedicatoria firmada el 29 de junio de 1974.
Dice Pantaleón Alvarez Ávila, a manera de introducción: "Y al apretar mis labios, sobre estos retoños de mi alma, los despido para lanzarlos a la vida en busca de calor y refugio".
El libro está dividido en tres partes. De la segunda, titulada "Motivos de Tapalqué" publicamos un fragmento de:

Salud Tapalqué
Salud, Tapalqué... ¡Salud...
Oh, pueblo de mis amores,
aquí vengo con las flores
de mi etern gratitud.
Soy el hijo agradecido
que viejo y encanecido
vuelve a sus lares de nuevo.
La ausencia de tantos años
y los muchos desengaños
me ahuyentaron tus recuerdos.

Por eso como olvidarte
con las mudanzas del tiempo,
si en cada rincón hay algo
que va hilvanando mis sueños.
El viejo arroyo, la plaza,
la escuela con mis maestros,
esos patios de familias
tan generosos y buenos.
La bandita dominguera
de Don Leonardo Mileo
y mis años de purrete
de monaguillo del templo.

Qué será de Amiro Torres
y del viejito Yanella?...
Dónde estará Pepe Blanco
y donde Ambrosio Noseda.
Qué será de la chatita
de un caballo y cuatro ruedas,
que tantas veces anduvo
por las calles polvorientas?
Qué será de Pancho Artaza
que será de Villanueva?
Tal vez me estarán mirando
del filo de alguna estrella.

Dóde estará Arnó Menchaca
dónde Cristina Mugueta,
Rudecindo Zalazar
el director de mi escuela?...
Me parece que lo siento
tirando de mis orejas
mientras sonaban sus puños
lo mismo que castañuelas.

Y Leonidas Marmissolle
mi buena y santa maestra
dónde estará para darle
mi beso de recompensa?
Se acordará aquella tarde
que me dejó en penitencia,
porque salté una ventana
y me fugué de la escuela?

Pueblito que en cada calle
vive para mí un recuerdo.
Soles de muchos veranos,
fríos de largos inviernos,
fueron quemando mis carnes
por la hiel de los senderos,
mientras mis ojos se hundían
en la inquietud de mis sueños.
................................................
Es por eso que ahora vuelvo
sobre tus mismos senderos
a darte un beso profundo
Tapalqué de mis recuerdos

Si como dicen, "poder disfrutar de los recuerdos de la vida es vivir dos veces", esperemos que estos versos produzcan ese efecto en quienes los leen y allí encuentren el calor y refugio esperado por el autor. Y a los nuevos les ayuden a imaginarse un Tapalqué que ya fue.
gsf