sábado, 7 de mayo de 2011

Revoloteando desde algún lugar...


El herramiento

Con la añoranza de los que te traemos al habla pa´ no olvidar, escribimos…Y te hacemos presente en la ronda de mates un rato más…

Hace unos años que visito mi barrio de cuando en vez por esta cuestión del rumbo que te lleva y te aleja, pero cada vez que vuelvo me encuentro con esas personas que se eligieron como amigos y que dan vueltas por el taller, y las que aunque no estén pasan a tranco manso revoloteando desde algún lugar…

La carretilla estacionada en la puerta y una carcajada de papá avisaban que había pasado algo nuevo en el barrio o al menos Raúl lo había inventado para hacer la mañana pintoresca y entretenida

Su vocabulario inventado se había convertido ya en un dialecto propio y cada vez que papá entraba riéndose era porque había pasado contando la vida con la picardía de los que disfrutan la sonrisa del otro. Pasaba más de 4 veces al día y a veces apenas saludaba y seguía firme con su herramiento en mano.

Queda dando vueltas entre nosotros el aliciente para el copetín con el que alguno del barrio contribuía cada vez que entraba al negocio de la esquina y estaba él. Sonreía con una mirada pícara y agradecía….

Como cada vez que digo, nombre sea de dios y zapallo asau traigo a mi presente a mi primer fiel amigo, creo que estas frases van a acercarte a nosotros cada día que pase entre mate y mate con la magia de los que se van a dar una vuelta y no vuelven por un largo rato…

Espero el camino sea una cosa soportable, como decías en vez de insoportable y que no haya muchas rubionas que no se puedan combatir…Que el coloquio no sea muy grande y que no haya muchas cicibutas, como les decías a las mujeres que eran ásperas al ojo ajeno.

Por acá te tenemos presente en el mate del taller o en las pasadas entre cuento y cuento…

Como dijo Chin, “Me fui, no estoy”, porque algunos se van mas allá a ver que pasa, es que pareciera quedara chico este mundo pa’ los que creen que la verdadera esencia está en las simples cosas…

Agus, Eu Irene y Negro




Foto: www.tapalqué de ayer.com.ar


2 comentarios:

Gladis Stella Fittipaldi dijo...

Me lo imagino a Raúl con la sonrisa amplia y los ojos brillosos, saludando a sus amigos. Era un apreciado vecino, honesto y trabajador del Barrio Las 31 y el taller de Carlitos su pausa en el trabajo diario. ¡Qué bueno que lo despidan con el cariño y respeto que se supo conquistar día a día.

Teresa dijo...

El recuerdo de su silueta trabajadora estará prsente para siempre en los vecinos y las calles de Tapalqué.