domingo, 15 de junio de 2008

Domingo, día del Padre y otros días

”…calambres en el alma…
difícil que lleguemos a ponernos de acuerdo…..”
(Charly)
Domingo, día del padre y otros días
Corren las últimas horas del milenio y el galope de un caballo. El mismo galope de Carlovingia, Ojo Blanco o More. El hecho no ocurre ni en Tapalqué ni enPalermo. Ocurre por la pista del lejano hipódromo de Khartoum, Sudán y deja apenas entrever al jinete rítmico, que no es ni Esteban ni Mangudo. Más mestiza que el caballo pura sangre, el cuerpo esconde un jocketa, de rulos prolijos y ojos almendrados.
Por razones del destino el caballo es de un tal Osama Ben Laden y quién lo dirije triunfante al disco es la valiente casi adolescente que tratan de evocar parte de estas miserables letras.
Razones no faltan para intentarlo y la vida desafiada es como un partido de futbol, ya vas perdiendo uno a cero, le empatás, se te pone dos a uno y en el afán de ir para adelante terminas perdiendo por goleada sin justicia.
Viene al caso, una rodada deja a la jocketa postrada, se recupera de veinte operaciones y el ritmo del galope deja paso a otro ritmo.
La historia es verídica, ella se llama Natasja, hija de una danesa con un sudanés. Ya recuperada el undegrund la ve participar con el talento que siempre la caracterizó, ya la reina del regge, ya princesa del rap y yo escribo como siempre para hechizar sentimientos,
Participa en una obra hermosa en un teatro de Copenhaguen ”El mercader de Venezia” en una versión actualizada de rap y monólogos que trenzan la realidad con la obra. Apenas cojea.
Tengo la suerte de entrar atrás de la escena donde está sentada con el resto del elenco, me mira curiosa y esa mirada, en ese momento, lejos está de decir adiós.
Un mes después me hiela la noticia de que tuvo un accidente en Jamaica y esta vez no se salvó. Listos estaban los temas para el album ”I Danmark er jeg født” (Nacida en DK) que en el correr del año arrasó con todos los premios. Tengo la música en el auto, en la computadora y en la cabeza. Una de las canciones termina ”en Sudán soy una cara pálida y en Dinamarca la oveja negra”, conflicto de identidad que tantos arrastran, destrozan o levantan, arrastrados, destrozados o elevados.
Desde el otro lado, desde ese pescado boca arriba como quería Cortazar o el mapa con ese mismo pez boca arriba en el lugar del norte como proponía Jaureche, el Astro pasa del noveno piso a la pileta y de ahí al estado de turno. Puede ser que el ser del pais que lata en su alma?, latido del inconsciente colectivo, la cuerda o tornillo flojo de siempre?
Recuerdo que por allá por el 82´ tocó Serú Girán en un teatrito de Olavarría, habíamos ido a mil en moto, entonces ”solo el viento nos hacía sentir” y esperamos a la salida a los músicos. Antes de entrar al ómnibus uno le pregunta al desgarbado García: Charly Charly! Y Nito? Jodita de pueblo que el músico responde con un molesto ”que se yo loco!!!” Como siempre todo irrespetuosamente tratando de ser protagonistas y volvernos locos.
La primera vez que viajé a Europa en el 89´ me senté en el austero avión de Aeroflot con ”Parte de la Religión” en el walkman para calmar o aumentar la ansiedad y casi veinte años después escuché varias vecen en Qaanaaq Eiteleda: ”Quiero quemar de a poco las velas de los barcos anclados en mares helados…nena…este invierno fué malo…”
He discutido más de una vez con mis mejores amigos sobre el culto a Charly y nunca lo he defendido, al contrario, lo encuentro demasiado argento egocéntrico. En una casa muy humilde de Azul hay una página vieja y amarilla de un diario de los 70´de Charly con Gilberto Gil, ministro de cultura brasilero, emblema de la inteligencia negra, músico exquisito, razonable, impecable y a la luz del tiempo que dejó amarilla las páginas, me queda el mismo gusto argento de que con esta mentalidad no vamos a ningún lado.
Y en este domingo de mañana que dicen es el día del padre, con el sol primaveral de las siete entrando por la ventana me despierto de un sueño, todavía con un nudo en la garganta.
Y que he soñado? Estaba yo en uno de esos tantos campos que visatábamos en las esquilas, ese campo cuyo olor todavía añoro. Entonces niño de bombachas y alpargatas retozaba extasiado por la inmensidad. Entre el griterío de las ovejas, perros y pajarracos mi Padre andaba por ahí.
Demasiado temprano ya sin él, vino Campodónico y a esas cinco mil hectáreas que albergaron mi desolación huérfana las llegué a conocer con sus lagunas, sus lomas con hurones, sus montes y comadrejas, sus cuevas con peludos, mulitas o lechuzas y esos campos eran míos… ”y si alguna vez dios me hace la gauchada, en mis pampas fachinadas dormirá mi corazón”(Larralde)
Quién tiene el derecho a la propiedad privada de los sentimientos?
A eso vendrá el dolor del sueño o a qué?

2 comentarios:

grafitti61 dijo...

No pude más que llorar, y vos sabés porqué lloro. Creo que hubo algo mágico en la infancia, algo que nos envolvió, porque siempre volvemos.
Me debía una charla con mis muertos, el 10 de junio, al otro día de los 36 años de la muerte de papá, estacioné el auto en el cementerio y les llevé flores, a todos mis muertos.
Después otro día, con la cabeza llena de sueños rotos y otros tanto sanos y por florecer, debatía en la cocina de la casa de abuelita Griselda con tía Sara.
Y ella me decía que escuchaba a hablar a tío Merele y a tío Esteban del dolor que le causaba lo que ocurre con el campo.
Con la firmeza que me caracteriza cuando defiendo una postura le dije:¿sabés que pasa tía?, ni vos ni yo somos al menos dueñas de una hectárea...
Graciela

Bomberos Voluntarios de Tapalqué dijo...

Otro de Larralde, por supuesto e ves de decir Tapalqué, Don José escribió Huanguelén
Un Abrazo
Chechy

UN DIA ME FUI DEL PAGO

Un día me fui del pago, la pucha que lo extrañe,
salí buscando trabajo y aquí estoy, míreme usted.

Cuando uno sale al camino, es difícil de saber,
si podra pegar la vuelta o morirá sin poder.

Cuanto más leguas se hacen, más quedan por recorrer,
los caminos son pa dirse las penas son pa volver.
Un día me fui del pago, pero Dios ha de querer,
que no se me manque el zurdo sin llegar a Tapalqué.

El hombre escarba en los otros, buscando felicidad,
y se olvida de si mismo que es donde debe escarbar.

Las razones son razones, si se puede razonar,
a veces se anda pensando sin saber en que pensar.

Huellones de tierra y tosca, que de chico recorrí,
arroyos, montes y vientos ellos allá y yo aquí.
Un día me fui del pago, pero Dios ha de querer,
que no se me manque el zurdo sin llegar a Tapalqué.
Que no se me manque el zurdo, sin llegar a Tapalqué...