5 de junio: Dia Internacional del Medio Ambiente
Existe Qaanaaq? Existe el paraiso congelado y desértico donde un puñado de inuitas polares cegados por la luz del sol permanente se cubren los ojos con gafas de pieles con una ranura? Se habrá descongelado este año el mar?
Años atrás, en un antiguo asentamiento al sur del golfo del Disco, a unos trecientos km al norte del Círculo Polar Ártico, un grupo de investigación encontró un manojo de pelos conservados intactos en el llamado ”permafrøst” el suelo congelado permanente. Ese suelo que sirve de cimiento de las casas cuando no se contruyen sobre rocas, ese suelo que se ha empezado a derretir, donde especialmente en Canadá, también en Groenlandia, hace de las casas unos toboganes y se empiezan a hundir hasta darlas por perdidas.
Partieron las investigaciones desde ese manojo de pelo de 4500 años, con una precisión vertiginosa se plasmó el código genético y se constató que no eran inuitas, descendientes de un antepasado siberiano, concretamente descendientes de los que vivían en un archipiélago que dibuja como un arco el sur del estrecho de Bering. Las islas Aleutas.
Lo que hace interesante la investigación es su relativa juventud, en tiempos de arqueólogos el nacimiento de culturas de tan escasos años es único.
Qaanaaq año 2008. Una inuita de rasgos extraños, testimonio de su mezcla, bastante borracha aparece con un manojo de pelos. Me los ofrece, pertenecen nada menos que el príncipe danés, quién vivió en Qaanaaq durante dos meses preparándose para atravesar el hielo continental con la patrulla Sirius (http://www.geocities.com/dk_special_operations_forces/sirius-patruljen.html). Le agradezco pero no soy realista y tengo poco interés por llevar pelo de príncipe en la valija. Puedo jugar con la imaginacíon, encontrar un genetista que le injerte a los ratones pelos de príncipe a ver que tal se ven, como han hecho con los de mamut, los que al menos ha dado una idea de que color tenían.
Falta todavía para poder hacer clones humanos, aunque se podría conjeturar que ya hay varios sosías que vagan por el mundo.
Volviendo al suelo permantemente congelado, se derrite junto al hielo continental, y ese pendiente prolijo de tantos kilates llamado Groenlandia nos advierte lo fugaz que puede ser el adiós. Ya no se trata de predecir el deshielo, solamente se trata de constatar cuán acelerado va.
Volvamos al sur, por donde empezar?
Supongamos que debemos analizar la conducta de un alcohólico o un drogadicto, hay material suficiente para sostener que lo más adecuado es la prudencia, alejarlo del precipicio, ya sea del trago o la merca. Si se vuelve recurrente y lo damos por perdido, esperamos no ser arrastrados por su autodestrucción o lo mandamos a tratar con los profecionales correspondientes o algunos se harán la señal de la cruz.
Pero qué si se trata de un país? Argentina siempre actuó ante la inflacción, la desestabilización y lo incierto como una persona ante la droga de turno. Reincide y no se cura, cuando parece que va tomando vuelo y encarrilado llega un amigo campechano de turno que le convida un trago en la mas fraternal de las conversaciones, con la mas genuina intención de volverlo normal. Y que ocurre, que el que lo hace es un irresponsable, no toma en serio el ”riesgo país”, le quita el freno de mano y el atolondrado engendro sin conductor desde la cima empieza a moverse, la inercia le da fuerza propia, arrastra con todo a su paso y deja como tantas veces el tendal.
Alguien reconoce el envión o estoy delirando?
Y si los escenarios se vuelven confusos, si la pelea es de pelados por un peine? (por decirlo
con palabras de Borges y no justamente del borracho Galttieri)
Y si le tuviesen que decir adiós a la pampa de nuevo bajo el agua?
Será que el narcómano en un acto de lucidez para el tractor, deja de despilfarrar, se vuelve solidario en vez de sálvese quién pueda? O sigue sesgando la banquina de la ruta que da al precipicio del lucro?
Recuerdo la inundación del 80’, hará falta otra, que puede ser permanente, como lo era el suelo indispensable congelado de los inuitas, para que se sienta el aterrador ahora?
Y de ocurrir en un futuro cercano, a quién le echarán la culpa los que queden?
Y ya en pleno envión la pregunta del trillón de toneladas, de hectáreas y kilómetros cuadrados:
Estaremos a tiempo de hacer algo? O simplemente: Hacemos algo?
Quizá en un futuro mas cercano se contruyan castillos de jeques de la soja, quedarán éstos también bajo el agua?
Apuntalará el inuit su casa como pueda?
Existe Qaanaaq? Existe el paraiso congelado y desértico donde un puñado de inuitas polares cegados por la luz del sol permanente se cubren los ojos con gafas de pieles con una ranura? Se habrá descongelado este año el mar?
Años atrás, en un antiguo asentamiento al sur del golfo del Disco, a unos trecientos km al norte del Círculo Polar Ártico, un grupo de investigación encontró un manojo de pelos conservados intactos en el llamado ”permafrøst” el suelo congelado permanente. Ese suelo que sirve de cimiento de las casas cuando no se contruyen sobre rocas, ese suelo que se ha empezado a derretir, donde especialmente en Canadá, también en Groenlandia, hace de las casas unos toboganes y se empiezan a hundir hasta darlas por perdidas.
Partieron las investigaciones desde ese manojo de pelo de 4500 años, con una precisión vertiginosa se plasmó el código genético y se constató que no eran inuitas, descendientes de un antepasado siberiano, concretamente descendientes de los que vivían en un archipiélago que dibuja como un arco el sur del estrecho de Bering. Las islas Aleutas.
Lo que hace interesante la investigación es su relativa juventud, en tiempos de arqueólogos el nacimiento de culturas de tan escasos años es único.
Qaanaaq año 2008. Una inuita de rasgos extraños, testimonio de su mezcla, bastante borracha aparece con un manojo de pelos. Me los ofrece, pertenecen nada menos que el príncipe danés, quién vivió en Qaanaaq durante dos meses preparándose para atravesar el hielo continental con la patrulla Sirius (http://www.geocities.com/dk_special_operations_forces/sirius-patruljen.html). Le agradezco pero no soy realista y tengo poco interés por llevar pelo de príncipe en la valija. Puedo jugar con la imaginacíon, encontrar un genetista que le injerte a los ratones pelos de príncipe a ver que tal se ven, como han hecho con los de mamut, los que al menos ha dado una idea de que color tenían.
Falta todavía para poder hacer clones humanos, aunque se podría conjeturar que ya hay varios sosías que vagan por el mundo.
Volviendo al suelo permantemente congelado, se derrite junto al hielo continental, y ese pendiente prolijo de tantos kilates llamado Groenlandia nos advierte lo fugaz que puede ser el adiós. Ya no se trata de predecir el deshielo, solamente se trata de constatar cuán acelerado va.
Volvamos al sur, por donde empezar?
Supongamos que debemos analizar la conducta de un alcohólico o un drogadicto, hay material suficiente para sostener que lo más adecuado es la prudencia, alejarlo del precipicio, ya sea del trago o la merca. Si se vuelve recurrente y lo damos por perdido, esperamos no ser arrastrados por su autodestrucción o lo mandamos a tratar con los profecionales correspondientes o algunos se harán la señal de la cruz.
Pero qué si se trata de un país? Argentina siempre actuó ante la inflacción, la desestabilización y lo incierto como una persona ante la droga de turno. Reincide y no se cura, cuando parece que va tomando vuelo y encarrilado llega un amigo campechano de turno que le convida un trago en la mas fraternal de las conversaciones, con la mas genuina intención de volverlo normal. Y que ocurre, que el que lo hace es un irresponsable, no toma en serio el ”riesgo país”, le quita el freno de mano y el atolondrado engendro sin conductor desde la cima empieza a moverse, la inercia le da fuerza propia, arrastra con todo a su paso y deja como tantas veces el tendal.
Alguien reconoce el envión o estoy delirando?
Y si los escenarios se vuelven confusos, si la pelea es de pelados por un peine? (por decirlo
con palabras de Borges y no justamente del borracho Galttieri)
Y si le tuviesen que decir adiós a la pampa de nuevo bajo el agua?
Será que el narcómano en un acto de lucidez para el tractor, deja de despilfarrar, se vuelve solidario en vez de sálvese quién pueda? O sigue sesgando la banquina de la ruta que da al precipicio del lucro?
Recuerdo la inundación del 80’, hará falta otra, que puede ser permanente, como lo era el suelo indispensable congelado de los inuitas, para que se sienta el aterrador ahora?
Y de ocurrir en un futuro cercano, a quién le echarán la culpa los que queden?
Y ya en pleno envión la pregunta del trillón de toneladas, de hectáreas y kilómetros cuadrados:
Estaremos a tiempo de hacer algo? O simplemente: Hacemos algo?
Quizá en un futuro mas cercano se contruyan castillos de jeques de la soja, quedarán éstos también bajo el agua?
Apuntalará el inuit su casa como pueda?
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