
Con Hilacha, diligentes
salimos de madrugada
para aliviar la jornada
de la votación reciente.
Nos fuimos muy lentamente
para el medio de la plaza.
Sin barbijo y sin mordaza
estaba Justo Apretau,
en un banco, bien plantau,
como en el patio ´e su casa
Nos abrazamos contentos
festejando el resultau,
sacando algún entripau
que teníamos adentro.
Justito era el momento
pa´ hablar de la actual gestión
porque en esta junción
no hay lugar pa´ nojotros
tres gauchos con bota ´e potro
y tapalqueneros, flor...
En eso escuché ¡Pardiez!
¡Qué es ese ruido aparcero!
¡Parece que el mundo entero
se desplomara a mis pies!
Hilacha estuvo de diez:
se fue corriendo a la esquina
a buscar una vecina
para hacerle una entrevista,
él es un buen periodista
y a todos nos ilumina.
Y ahí vimos, de repente,
que venían a la carrera,
salían de la ratonera
en forma muy diligente
y una bota reluciente
- era el voto popular-
como queriendo pisar
a los ratones que huían
a otros pago los volvía
pa´que no roan jamás.
Nos volvimos a juntar

cuando estaba amaneciendo
y nos fuimos discurriendo
sobre lo que iba a pasar.
A los tres nos gusta hablar
cadáuno con sus razones
¡Ya espantamos los ratones
con contundente eficacia!
¡Qué viva la democracia!
¡Y arriba los corazones!
Melitón Sosa
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