Nos dejó fisicamente Ana Emilia Lahitte. La despedimos con un fragmento
de las palabras de Horacio Castillo, insertas en la contratapa de su
libro "Summa":
"La vida
y la obra de Ana Emilia Lahitte son un homenaje a la Cultura, no solo
por su dedicación absoluta a la literatura, en particular a la poesía,
sino por haberse convertido en un "lugar" de irradiación de los más
acendrados valores. Fiel a la tradición de su ciudad, La Plata, hizo
suyo el ideal humanista de las generaciones fundadoras, proyectándolo
tanto en el país como en el exterior, todo ello con inusitada
generosidad y arduo empeño.Y esa acción prolongada durante décadas, ha
contribuido a exaltar la obra de varias generaciones literarias
platenses y algunos de sus más destacados valores, como asimismo a
difundir- casi en una tarea de evangelización diaria- la esencia de la
poesía".
Al mismo tiempo, recordamos su Poema 31:
Las palabras
se han ido transformando
en fieles, extendidos territorios
salvajes.
No nombro ya el adiós, ni la esperanza.
No nombro el amor. Ni la nostalgia.
Tampoco la amistad.
Tampoco el alba.
Han sido en mí.
Yo soy su idioma ahora.
Yo soy su libertad
y su palabra.
Ana Emilia constituye uno de esos personajes que uno encuentra en un momento de la vida y que no se olvidan nunca.
Nos queda su poesía y su recuerdo.
Ana Emilia constituye uno de esos personajes que uno encuentra en un momento de la vida y que no se olvidan nunca.
Nos queda su poesía y su recuerdo.
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