Aldo Gustavo Echegaray - Su fallecimiento

La noticia nos golpeó muy fuerte. El martes, muy temprano, recibíamos la comunicación del repentino fallecimiento de Aldo Gustavo Echegaray.
Bohemio, amigo incondicional, humilde, fanático de su Atlético y Boca, pero siempre respetuoso de las opiniones contrarias.
Nos unía una misma pasión. Desde muy chico, pese a que solo creo le llevaba 7 años, germinó en él la pasión por el priodismo. Más hombre de radio que del escrito.
No recuerdo bien, pero seguramente, por comienzos de la década del 70, teníamos el micrófono de Dapi Publicidad. Hoy recuerdo a Aldo, pero tampoco puedo olvidarme de ese señor periodista y locutor como fue Tito Pica. En esa década, la red de Dapi, era el único medio de programas e información que disponíamos. Y de ese entonces, recuerdo perfectamente a Churuncho, Carrica, Julito Garassi , Juan Carlos López, Mabel Pica, Marsiglia, etc.
Aldo siempre con su pasión. Difundiendo especialmente todo el acontecer deportivo de Tapalqué. Con esa pasión por el periodismo, que siempre señalo, luego de más de 40 años de experiencia, que se NACE Y NO SE HACE. Creció como hombre de familia, pero siempre se daba tiempo, para el periodismo e ncluso la parte dirigencial en su querido Club Atlético.
Hoy en plena juventud nos deja. Cuando todos los domingos nos hacías emocionar con sus relatos por LU!0 RadiO Azul, junto a los comentarios de Ismael Cañas.
Nos hacía trasladar a la cancha, pese a estar a decenas de kilómetros. Con esa voz que lo distinguía, con una apreciación certera y dándole vibración a cada gol que salía con fuerza de esa garganta especial.
Me cuesta hablar de Aldo. De lo que charlamos infinidad de veces por la pasión que nos unía, que era el periodismo. Recordando ese ayer de Dapi o ese presente que nos encontró en otros medios. Cuesta hablar de alguien que ya no está con nosotros. Que repentinamente nos dejó, pero seguramente desde el cielo, seguirá acompañando a su familia, al deporte, al fútbol, a su querido Atlético, muy cerca de darle este año una de las mayores alegrías.
Hablo de Aldo, escribo y sigo con la misma conmoción que recibí el martes al enterarme de su fallecimiento.
Nunca te olvidaré amigo y colega. Siempre tendré en mis oídos tu pasión por el relato. Partistes inesperadamente. Pero sé que quienes te conocimos, y somos miles en
Tapalqué , jamás te olvidaremos. Para la familia no hay palabras que puedan paliar en parte tanto dolor. A ellos mi acompañamiento y que Dios les dé toda la fuerza que se necesitan ante tan doloroso fallecimiento.
Chau Aldo. Siempre te recordaré y para mí, en cada viaje a Tapalqué, seguramente pensaré que nos encontraremos para seguir hablando de fútbol, deportes, periodismo. Escuchar los partidos de la Liga no será lo mismo. Porque tu especial voz no la podré escuchar. Te aprecié, valoré, como profesional y hombre. Fuistes de los que se brindan por el amigo y destacan por su honestidad. Tan difícil de encontrar en tiempos que vivimos.
Jamás imaginé que podía escribir esta nota. Me cuesta horrores hacerlo. Lo hago porque no pude acompañarte en la despedida y por todo ese cariño que siempre nos prodigamos.
Chau amigo. Chau colega. Chau Aldo Gustavo, como siempre te dije.

Quiti Martínez