Y JUE POR LA DEMOCRACIA
Taba en mi rancho escuchando
el radio a tuito galope,
mate amargo con pan duro;
el sol que estaba asomando
por detrás de las acacias
y el radio venía anunciando
que al cair la tarde en el pueblo
nos ibamo a rejuntiar
para poder recordar
que desde el 83,
vivimos en DEMOCRACIA.
Ansina que me bañé
me cambié las alpargatas
me saqué el olor a patas,
estiré bien mi camisa,
me arreglé como pa misa
y como había descansau,
me tomé dos o tres mates
y al trotecito nomás
enderecé pal poblau.
Hacía tiempo que no andaba
entreverau con la gente
ansina que redepente
estaba al punto rodiau
como siempre e curiosiau
en mi oficio de matrero
me defiendo como puedo
pa mantenerme informau.
Me arrimé con disimulo
cerquita de doña Rosa
pa sonsacarle unos datos
que pa mi eran importantes,
esquivé dos vigilantes
que con celular en mano
y con el dedo baquiano
casi yevo por delante.
Un perro me quiso mear
al verme tan derechito,
pero le encajé un taquito
y ansí me pude salvar.
Entonces juro aparcero
que quedé muy confundido
o eran caras tan estrañas
o los antiguos vecinos
habían desaparecido.
Al punto le pregunté,
a mi comadre intrigau,
o todos están finaus
o el pueblo ya no es el mismo
y lo digo sin cinismo
pero me siento almareau.
-Y dígame qué es de la vida del Juan,
supo tener camioneta
siempre andaba de etiqueta
cenaba en el clú social…
-¿el Juan? dijo doña Rosa
las cosas se le han cambiao,
anda muy pobre y tirau,
la camioneta fundida,
no puede yevar la vida
que en antes había yeváu!
-¡la pucha1 le respondí
-¿y el Froilán? ese que andaba
en el auto el día entero,
que también jue camionero,
que acarreaba materiales…
-se le sumaron los males,
un día la DGI…
-mejor, dejémoslo ahí
al final me lo figuro-
-Aura anda como el canguro
a los saltos, pobrecito!
-¿Pobrecito?,- dije yo-
si habrá acarreau colchones ,
chapas por los andurriales
que nunca iban a destino
mejor no siga comadre,
que este hijo de mala madre
ya tiene su merecido.
Y cuénteme de la Hilaria,
la que se hizo un chalecito
que empilchaba como reina
y andaba siempre a la moda,
y usaba la filmadora
hasta pa ir al escusau…
-La vida la ha maltratau,
está vieja y osoleta,
vendió el chalé, vendió tuito,
anda volando bajito
y tiene una bicicleta.
En un banco de la plaza
me puse a reflexionar:
Tengan cuidau al votar
y mucho más cuando ganen.
Porque estar en el poder
es como una jineteada.
Hay algunos que se prienden
de las crines como liones,
otros, por ser tan sobones
gastan tuito de antemano
y no es pa cualquier paisano
jinetear los redomones.
Cuando tuito se termina
y tu paso ha terminau,
te quedás solo cuñau,
ya no hay apadrinadores,
te abajaste del cabayo
y tenés que caminar.
Cuando yo pedí una mano
me dieron un pisotón:
se olvidan que soy paisano
que camino con mi gente:
¡ahí es donde los via encontrar!
Uno más…y entre el montón.
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