domingo, 2 de noviembre de 2008

Matrereando

Y JUE POR LA DEMOCRACIA


Taba en mi rancho escuchando

el radio a tuito galope,

mate amargo con pan duro;

el sol que estaba asomando

por detrás de las acacias

y el radio venía anunciando

que al cair la tarde en el pueblo

nos ibamo a rejuntiar

para poder recordar

que desde el 83,

vivimos en DEMOCRACIA.

Ansina que me bañé

me cambié las alpargatas

me saqué el olor a patas,

estiré bien mi camisa,

me arreglé como pa misa

y como había descansau,

me tomé dos o tres mates

y al trotecito nomás

enderecé pal poblau.

Hacía tiempo que no andaba

entreverau con la gente

ansina que redepente

estaba al punto rodiau

como siempre e curiosiau

en mi oficio de matrero

me defiendo como puedo

pa mantenerme informau.

Me arrimé con disimulo

cerquita de doña Rosa

pa sonsacarle unos datos

que pa mi eran importantes,

esquivé dos vigilantes

que con celular en mano

y con el dedo baquiano

casi yevo por delante.

Un perro me quiso mear

al verme tan derechito,

pero le encajé un taquito

y ansí me pude salvar.

Entonces juro aparcero

que quedé muy confundido

o eran caras tan estrañas

o los antiguos vecinos

habían desaparecido.

Al punto le pregunté,

a mi comadre intrigau,

o todos están finaus

o el pueblo ya no es el mismo

y lo digo sin cinismo

pero me siento almareau.

-Y dígame qué es de la vida del Juan,

supo tener camioneta

siempre andaba de etiqueta

cenaba en el clú social…

-¿el Juan? dijo doña Rosa

las cosas se le han cambiao,

anda muy pobre y tirau,

la camioneta fundida,

no puede yevar la vida

que en antes había yeváu!

-¡la pucha1 le respondí

-¿y el Froilán? ese que andaba

en el auto el día entero,

que también jue camionero,

que acarreaba materiales…

-se le sumaron los males,

un día la DGI…

-mejor, dejémoslo ahí

al final me lo figuro-

-Aura anda como el canguro

a los saltos, pobrecito!

-¿Pobrecito?,- dije yo-

si habrá acarreau colchones ,

chapas por los andurriales

que nunca iban a destino

mejor no siga comadre,

que este hijo de mala madre

ya tiene su merecido.

Y cuénteme de la Hilaria,

la que se hizo un chalecito

que empilchaba como reina

y andaba siempre a la moda,

y usaba la filmadora

hasta pa ir al escusau…

-La vida la ha maltratau,

está vieja y osoleta,

vendió el chalé, vendió tuito,

anda volando bajito

y tiene una bicicleta.

En un banco de la plaza

me puse a reflexionar:

Tengan cuidau al votar

y mucho más cuando ganen.

Porque estar en el poder

es como una jineteada.

Hay algunos que se prienden

de las crines como liones,

otros, por ser tan sobones

gastan tuito de antemano

y no es pa cualquier paisano

jinetear los redomones.

Cuando tuito se termina

y tu paso ha terminau,

te quedás solo cuñau,

ya no hay apadrinadores,

te abajaste del cabayo

y tenés que caminar.

Cuando yo pedí una mano

me dieron un pisotón:

se olvidan que soy paisano

que camino con mi gente:

¡ahí es donde los via encontrar!

Uno más…y entre el montón.

EL GAUCHO HILACHA (reflexionando nomás…)

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