Dos fotos panorámicas de la FLIA -enviadas por Nicolás Freda (Camino del espejo -- http://nervioprincipal.
El cambio de escenario le aporta la impronta del lugar. Esta vez nos adentramos en la historia, no solo por el año 1920 grabado en el arco de entrada de la Mansión Obrera, sino porque "todo está igual, nada ha cambiado", / el mismo patio, el mismo sol..., como dice el tango. Una historia que habla de luchas, de sacrificios, pero por sobre toda otra consideración, habla de trabajo. La gente que caminó las calles de la Mansión Obrera ansiaba trabajar para darle a su familia una vida digna.
Y ese es el clima que se respira en la Flia: No sólo en los jóvenes que se rompen el alma para que los participantes tengan un lugar apropiado para exponer sino también en los que participan. Todo lo que se exhibe y comercializa, si bien tiene una gran cuota de creación artística, es fruto del trabajo. Y hacia allá vamos con estos dos componentes. Vamos hacia un horizonte insospechado, pero, tal vez por eso mismo, convocante y cautivador.
La próxima FLIA será en La Plata. Si los concurrentes de los lugares que se visitan, se suman en las distintas convocatorias, sin duda que el resultado, colmará todas las expectativas.
¡Bien por los jóvenes!
gsf
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