martes, 21 de septiembre de 2010

¡Feliz Primavera!



Qué dicen las flores
Por Susana Rizzo
Hace algunos siglos las flores formaban parte de un lenguaje secreto, que a veces variaba de país en país. Se solía enviar, sobre todo a las jóvenes, ramos de flores expresando sentimientos cuyo significado la destinataria debía conocer.
Este lenguaje casi se ha perdido en la actualidad, aunque algunas flores conservan todavía un significado. Por ejemplo, las flores de azahar que todavía suelen llevar algunos desposados significa "pureza". Las flores pequeñas y azulinas del nomeolvides, simbolizan la maternidad, y también como su nombre lo indica, "nunca me olvides". La azucena blanca representa a la Virgen María; las rosas rojas siempre significaron "amor", y las blancas "inocencia".
En algunos países del norte de Europa, el 14 de febrero, Día de los Enamorados, era costumbre mandar tarjetas con mensajes florales que guardaban secretos cifrados. La combinación de varias flores equivalía a varias frases.
Si se recibía heliotropo en el ramo simbolizaba "devoción", rosas con espinas "tengo miedo", y sin espinas "sin miedo". Actualmente todavía se considera desagradable obsequiar rosas con espinas.
Recibir hortensias no era muy agradable: si alguien recibía un ramo de estas flores significaba "vanidad" o "insensibilidad".
Las flores amarillas también tenían mala prensa: rosas amarillas: "celos" o "no me interesas"; tulipán amarillo: "amor sin esperanza"; clavel amarillo: "desdén"; crisantemo amarillo: ojo, "amor rechazado". El narciso siempre significaba "no te amo".
Pero cuidado, había que conocer bien la flor. El alhelí amarillo tenía un mensaje más benévolo: "fidelidad en la adversidad"; la vara de oro: "ánimo"; el girasol enano: "te adoro"; la acacia amarilla: "amor platónico" o "amor secreto". Pero recibir ortigas dentro del ramo quería decir "crueldad" o "eres cruel".
Plantas más humildes, como el trébol, también tenían su significado: trébol blanco: "piensa en mí"; trébol rojo: se refería al comercio, "industria"; trébol de cuatro hojas: "sé mío" o "sé mía". El romero significaba "amor constante" y el tomillo "fidelidad". Pero no todas las aromáticas tenían mensajes positivos. El laurel en el ramo era bravo: "cambiaré pero después de muerto".
También las bellas y venenosas flores azules del acónito guardaban un mensaje nefasto: "buscas mi muerte". La amapola blanca, apropiadamente, significaba "sueño". Un tallo roto uniendo el ramo significaba "compromiso roto", pero si estaba entero: "unión".
La madreselva siempre significaba "afecto y sinceridad", pero cuidado: trigo roto en el ramo era "desavenencia", mientras que entero, "acuerdo".
Es de suponer que se debía cuidar que estas pequeñas cosas tan frágiles no se quebraran en el traslado para no dar el mensaje equivocado. Por lo general, si el ramo era enviado a una joven y ésta lo rozaba con sus labios, significaba "aceptación", mientras que, si deshojaba algunas flores, "rechazo o inseguridad".
Actualmente los jóvenes se mandan mensajes menos misteriosos y románticos, pero más directos, vía e-mail, "texteando" por celular (en forma tan abreviada que constituye otro código cifrado), o gritándoselo directo a la cara como en las telenovelas.
Pero, con o sin mensaje, las flores siempre fueron y serán bellas.
¡Feliz primavera!
De Panorama Urbano

1 comentario:

Graciela dijo...

Hola, me encantó este relato y también muy interesante, los significados de regalar algunas flores los sabía pero otros no, así que aprendí un poco. cariños y FELIZ PRIMAVERA para todos los integrantes del blog.