ME VIÁ TENER QUE BAÑAR!!!!
Iba tranquilo, pal rancho
oriyando el mediodía,
me había comprau una sandía
pa comerla bien fresquita,
tirando las semiyitas
bien lejos de una escupida,
cuando una voz conocida
debajo e’ la alcantarilla,
me hizo temblar las rodiyas
del julepe que me ha dau,
cuando vi a Justo Apretau
lavándose las caniyas.
Venga me dijo, aparcero,
que le tengo que contar
algo que le va a cambiar
sus costumbres tan malsanas,
porque aunque no tenga ganas
se va a tener que bañar.
Ahí nomás me le acerqué
y empecé a sacar las cuentas:
me bañé con la tormenta
de la semana pasada,
la yuvia no me hizo nada
me dejó medio limpito,
ansí que no necesito
bañarme ni hacerme nada.
-¡Pero no sea mugriento,
no ve que vienen yegando
a este fogón matrereando
un vasco que casi no habla
que se está quedando mudo,
y usté anda semi desnudo
con un olor que molesta,
mejor digamos :¡apesta
cada vez que lo saludo!
Además hay dos razones
por las que yo le aconsejo,
una, es que soy el más viejo,
¿no ve que me estoy lavando?
(mientras se iba arremangando
las bombachas batarazas),
por eso, lejo’e las casas,
flor de ducha me estoy dando!
-¿y la segunda razón?
le pregunté con asombro.
-la segunda, es que ya le cuento
la novedad aparcero-
A dentrau al entrevero
una mujer que promete:
parece ser muy letrada
y su apeyido es:¡Goyete!
¡una mujer! grité yo
¿no tenemos suficiente?
una mujer: Presidente,
otra mujer:matrereando,
déjeme nomás pensarlo,
voy a comer mi sandía…
Después, dentro de unos días
si se viene otra tormenta
lo voy a tener en cuenta
y ahí nomás me iré bañando.
EL GAUCHO HILACHA