viernes, 5 de noviembre de 2010

¨Viajar es Vivir¨

San Salvador de Bahía - Brasil
2ª Entrega
Casi 35.000 personas circulan a diario por el Aeropuerto de Salvador; genera más de 16.000 empleos de dependencia directa o indirecta, para servir a un promedio diario de más de 10.000 pasajeros, 250 despegues y aterrizajes de 100 vuelos nacionales y 16 internacionales. Tiene diversos centros comerciales: ropa de moda, joyería, souvenirs, libros, revistas, farmacia, bar, cafés, restaurantes, etc.
El barrio viejo de la ciudad es un lugar lleno de construcciones coloniales pintadas de diferentes colores. Se llama Pelourinho (picota en español) y se refiere en el amplio sentido de la palabra, a una columna de piedra generalmente localizada en el centro de una plaza, donde se castigaba a los criminales. El pelourinho de Salvador tuvo como propósito principal castigar a los esclavos con azotes. Cuando se abolió la esclavitud, esta parte de la ciudad comenzó a atraer artistas de diversos géneros: cine, música, pintura, etc. convirtiendo a este barrio en un centro cultural. Acá se filmó en 1976 Doña Flor y sus dos maridos, basada en la novela de Jorge Amado.
Por todo el valor histórico y cultural que representa, fue nombrado Centro Cultural Mundial en 1985 por la Unesco y Patrimonio de la Humanidad.
Salvador tiene gran influencia cultural africana, es la ciudad más antigua de Brasil. Posee una dualidad religiosa, por un lado la religión católica (de origen europeo) y por el otro el candomblé (de origen africano); más allá de la religión esta influencia se extiende a la comida, música (desde el afoxé espiritual) hasta el más popular axé, forró y samba.
Toda la Mata Atlántica de esta región tiene una mezcla única y diversa de vegetación y tipo de bosques. Posee más de 200 tipos de distintas aves, especies únicas como el paujil piquirrojo, el pato serrucho brasileño y numerosas especies de loros. Siendo el clima tropical cálido, se encuentran miles de tipos diferentes de árboles, la mitad de los cuales no se ven en ninguna parte.
Cuando salimos del aeropuerto, Fabián, el guía de Voyage Turismo Receptivo, nos señaló el bus al cual debíamos subir. ¡Pavada de micro! Un tapizado muy chic en pana y el aire acondicionado a full (hacía 30º). Enterada del cambio horario en ese país (tercer domingo de octubre, se adelanta una hora el reloj), me respondió que Bahía es el único estado que no cambia la hora, o sea, seguíamos con hora argentina. Toda una curiosidad... ¡ah! Fabián es uruguayo
Nos separan de nuestro lugar de destino sólo 76 km: Costa do Sauípe.
Hasta la próxima
Norma.

1 comentario:

Graciela dijo...

Cada vez más interesante el relato, muy bien explicado, que lindas fotos el colorido de los edificios, hermosos..... hasta el pròximo relato, cariños.