Un Comienzo Mundial
La final del `30 estuvo llena de condimentos. Más de 30.000 argentinos se embarcaron hacia Montevideo, pero sólo la mitad llegó a tiempo al puerto uruguayo y pudo estar en el Centenario. La niebla retrasó la marcha de muchos barcos y muchos hinchas ni siquiera desembarcaron porque el partido ya había terminado cuando llegaron a la otra orilla. En la aduana, todos los viajeros fueron palpados porque las autoridades uruguayas quisieron evitar el ingreso de armas argentinas a su país.
Francisco Varallo (disputó la final del Mundial de 1930 con la Selección Argentina)
"Si algo recuerdo claramente, es que desde el primer partido contra Francia tuvimos al público uruguayo en nuestra contra.
Para colmo los franceses tenían un arquero que era espectacular, Thepot. Parece que lo estuviera viendo en este mismo momento. Tenía una especie de guantes y estaba todo embarrado de tanto tirarse al suelo para atajar todo lo que le tirábamos. El atajaba todo y yo pegué dos tiros en el palo. Faltaban 9 minutos y el árbitro cobró un tiro libre en la puerta del área francesa. Monti me pidió que lo pateara yo, pero recuerdo que le dije lo pateara él porque sentía que iba a ser gol. La colgó de un ángulo. Fue la salvación. Ese partido estaba para ganarlo por 4 goles y sufrimos hasta el final. Los uruguayos no paraban de insultarnos y tirarnos cosas.
Todo el Mundial se podría resumir en cómo se vivió la final. Había 60.000 personas en el Estadio Centenario. El clima seguía muy hostil en contra nuestro. Pero teníamos el apoyo de muchos argentinos que viajaron en barco desde Argentina para alentarnos.
Hubo problemas con todo, hasta con la pelota. Nosotros queríamos jugar con la nuestra y ellos con la suya. Parece algo ilógico para estos tiempos, pero esa fue la realidad. Al final, jugamos el primer tiempo con la nuestra y ganamos 2 a 1. En el segundo tiempo jugamos con la de ellos y ahí nos dieron vuelta el resultado. Perdimos 4 a 2. Cada vez que me acuerdo me amargo. Ellos nos ganaron por ser más guapos y más vivos. No por ser mejores jugadores".
De El Libro de Oro Del Mundial
M. M.
1 comentario:
Este relato aparte de lindo es emocionante, pues Varallo es el único vivo de esa época, y lo mejor de todo es que está aquí en La Plata, mi padre lo conocía pues su hermano Julio Varallo, era su peluquero, que buen recuerdo.......gracias.......
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