martes, 13 de octubre de 2009

Conociendo otras culturas

SBUE, FIESTA DE MUJERES
Hola Gladis:
Te escribo esto, pensando en que serà interesante para tus publicaciones .
Como ya sabrás, viajo a Marakech casi todos los meses. En este viaje, mi amiga Aicha me invitó a una fiesta de mujeres. Le llaman en arabe ´´Sbue´´. Se festeja entre los 20 y los 40 días de vida de los bebes. Las madres invitan a sus amigas y familiares para celebrar la vida y la salud de su nuevo hijo. Los hombres tienen prohibida la entrada, salvo para ayudar a servir la comida .
La fiesta la celebraba Rachidia, amiga de la secundaria de Aicha. Fuimos en taxi hasta su casa vestidas normalmente. En la puerta nos recibieron sus hermanos. Adentro de la casa, después de saludar con varios besos en las mejilas a Rachidia, el bebè y las dos abuelas, pasamos a una habitacion donde nos sacamos la ropa de calle y nos vestimos con chelabas y takchitas de fiesta. Algunas mujeres se sacaban el velo y se soltaban el abundante pelo negro, todas nos maquillamos y nos peinamos. Nos prestábamos los maquillajes y las sombras y todas curioseaban los mios, que venian de otro pai. Entre las marroquies existe como un sentimiento de solidaridad y complicidad que siempre me resulto curioso.
Luego, así ataviadas, pasamos a los 3 salones que alojaban ¡ 80 mujeres! lujosamente vestidas, enjoyadas y muchas con el velo en la cabeza. Las más ricas llevabas un grueso cinturón de oro muy trabajado, esto es indicativo de familia de dinero. Para entrar nos tuvimos que descalzar, en las puertas de cada salón se apilaban docenas de zapatos femeninos que se ponían o sacaban según entraran o salieran. Tocaba una orquesta de 4 mujeres que cantaban con voces fuertes y poderosas. Los instrumentos eran 2 darbukas pequeñas y otros de percusión
tot
almente desconocidos por mi .
Pasamos al comedos en grupos de 20, nos sentamos 10 por cada mesa . Las mesas eran bajas, sin platos ni cubiertos. Antes de entrar, los hermanos nos ayudaron a lavarnos las manos en una fuente, ayudados por un jarrón con agua. El primer plato fue la ´´beestilla ´´una especie de tarta enorme de hojaldre rellena con pollo ( las más costosas tienen carne de paloma) pasas, almendras, canela, huevos, cilandro, azafrán. Una delicia . Mi amiga Aicha me dijo que dejara la timidez y comiera sin prejuicios. Algo dificil, ya que había que comer con la mano derecha, sin ningun cubierto, sumergiendo los deditos en esa delicia. Las damas enjoyadas se lanzaron a la fuente de beestilla y finamente la fueron devorando. Yo las seguì, y me salio bastante bien. El segundo plato fue cordero con ciruelas. Había que usar el pan y la mano ( siempre la derecha ) para comer. Luego las frutas. Para tomar habia agua y coca cola, el Islam prohibe las bebidas alcohólicas. Cuado acabamos, salimos del comedor para dar lugar a las 20 siguientes mujeres. A la salida, pasamos por el mismo ritual de lavarnos las manos ayudadas por los hermanos .
Los salones ya estaban muy animados. Las mujeres bailaban y cantaban divertidas entre ellas, lejos de las criticas miradas masculinas. La orquesta tocaba y cantaba sin parar. Una de ellas me invito a que me uniera al grupo y bailara, yo estaba encantada de hacerlo. Si hubieran habido hombres, jamas harían semejante demostración .
La fiesta duró casi 5 horas. No pude sacar muchas fotos, es de mal gusto hacerlo cuando no se conoce a la gente y las muy religiosas lo tienen prohibido ( no se pueden reproducir figuras humanas ) .
Me sentí aceptada dentro de ese grupo femenino tan lejano a mi cultura.
Me fascinó la experiencia que seguramente, ningún turista puede vivir .
Gladys : espero que te guste lo que te cuento y que te sirva para publicarlo en tu blog
Un beso y hasta siempre
SILVIA

N. de la R.: La Dra. Silvia Campanari -cirujana plástica- con una yelaba o chilaba roja. Bellísimo relato ¡Gracias!

1 comentario:

Cristina Molloy dijo...

interesante relato de una cultura que casi no conocemos. Me encantó. Cristina Molloy