jueves, 24 de junio de 2010

Carta a Dios de José Cardenas - La Plata


Te escribo, mi Señor, desde La Plata,
(un átomo febril del Universo).
Quiero hablarte de cosas de este Mundo,
que gira a la deriva sin sustento,
con carga de frustradas esperanzas,
enloquecido de odio, ciego, hambriento,
con el corazón trocado en una piedra,
convirtiendo en hiel el sentimiento,
matando la pureza de las cosas,
hiriendo también lo que hay de bueno,
riendo de los que creen en la vida,
en el amor, en la paz, el hombre pleno
que recrea su mente cada día,
con el canto matinal de los jilgueros.
Hoy nos falta la paz, sólo en las guerras
se piensa, mi Señor, el mismo infierno
hecho balas, fusiles y granadas,
o metrallas nacidas del averno.
Hoy nos falta el amor y no sabemos
sacudirnos el odio que es veneno,
quitarnos la envidia que embrutece,
y dejar de fijarnos en lo ajeno.
Nos falta caridad y no tenemos
compasión del que sufre o es enfermo
y pasamos insensibles a su lado
sin mirar, sin oír, los labios yermos.
Nos falta la alegría de los niños,
de los que Tú llamaste, los pequeños,
y de a poco les quitan la inocencia
y la gracia infantil de sus muñecos.
Si armas de juguete les regalan,
les enseñan a luchar, fingirse muertos,
¿qué les espera, Señor, cuando ya grandes
comprueben de sus vidas los desiertos?
Tienes que hacer un canto de esperanza,
que renazca la fe de pueblo en pueblo;
el respeto que impere en los países,
y el amor con su raro sortilegio
en el corazón humano eche raíces
más profundas que las balas directrices,
que han hecho de este mundo un gran infierno.
Si tenemos amor, habrá justicia,
con amor y justicia: ¡otro Universo!
pues amor y justicia son palabras
que jamás pronunciaron los perversos.
Tú que puedes reviértenos la mente,
que escuchemos el canto del jilguero,
que vivamos en paz y en el trabajo,
felices de existir como el Hornero.
Me despido, Señor, y te pregunto,
postrado en mi ser de humanos cienos:
¿qué convierte a los hombres en malvados,
si todos al nacer, nacimos buenos?
Contéstame, Señor, aquí, a La Plata,
(un átomo febril del Universo).
José Cárdenas (Carta a Dios y otros Poemas). La Plata, 1981.
M. M.

1 comentario:

Graciela dijo...

HERMOSA CARTA, GRACIAS M.M. POR DARLA A CONOCER. CARIÑOS. G.