lunes, 7 de marzo de 2011

Chauchitas



La sorprendente oración de un niño
SEÑOR:
no quiero pedirte nada especial ni inalcanzable, como ocurre con otros niños que se dirigen a Tí cada noche.
Tú eres bueno y proteges a todos los niños de la tierra; hoy quiero pedirte un gran favor, sin que se enteren mis padres.
Transfórmame en un televisor, para que mis padres me cuiden como cuidan al televisor, para que me miren con el mismo interés con que mi madre mira su telenovela preferida, o mi padre su programa deportivo. Quiero hablar con ciertos animadores que cuando lo hacen, toda mi familia se calla para escucharlos con atención y sin interrumpirlos.
Quiero ver a mi madre suspirar frente a mí como lo hace cuando ve desfiles de moda; o poder hacer reír a mi padre como logran ciertos programas humorísticos, o simplemente que me crean cuando les cuento mis fantasías sin necesidad de decir: "¡Es cierto!, yo lo escuché en la tele".
Quiero representar al televisor para ser el rey de la casa, el centro de atención que ocupa el mejor lugar para que todas las miradas se dirijan a mí. Quiero sentir sobre mí la preocupación que experimentan mis padres cuando el televisor comienza a fallar y rápidamente llaman al técnico.
Quiero ser televisión para ser el mejor amigo de mis padres, el héroe favorito, el que más influya en sus vidas, el que recuerde que soy su hijo y el que ojalá les mostrara más paz que violencia.
Señor, por favor: déjame ser televisor aunque sólo sea por un día.
Autor desconocido
M. M.

1 comentario:

BEBA dijo...

Eso es real, solamente que ahora debería rogar ser una computadora o un celular, tal vez un auto...