Hilacha responde al punto
¿Se acuerda usté Melitón???
que yo siempre jui orejero,
que le contaba primero
qué pasaba en el poblao,
pero áura estoy preocupao
porque se armó un entrevero.
Es verdá, no es que parece!:
A los pobres jubilaus,
tras que estamos olvidaus
por la gente del gobierno,
si encima caemos enfermos
sin dotor hemos quedau.
Sabe usté que el dotorcito
se nos jue a pasear al cielo
cuando de este pueblo mío
le dio por remontar vuelo.
¡y en medio del desconsuelo
se ha quedao el viejerío!.
Hacen cola, desesperan
con la presión por la nubes,
y mientras la presión sube,
ninguno la culpa tiene,
hay que poner prioridades
arriba de la balanza:
un solo dotor no alcanza
pa cubrir necesidades!
Y si encima le agregamos
La impaciencia y el desprecio
El dolor no tiene precio
Y ya no hay cuero que aguante
Si los tratan con desplantes
e inoran el sufrimiento.
Al nombrar a Juan de Juan
El corazón se me escurre
Y tan solo se me ocurre
dir tranqueando al camposanto
a dedicarle mi canto
de pie frente al universo
pa recuperar los versos
que juntos fuimos armando.
Por eso, cuando tranqueaba
al ruido e mis alpargatas,
justo cuando el sol salía
iluminando el paisaje
fui a rendir el homenaje
que este gaucho merecía.
Entonces del alma mía
apretada de tristeza
¡ hice la firme promesa
de matrerear…mientras viva!!!!!!
EL GAUCHO HILACHA
Melitón responde lerdo
Llegó su mail del poblao
donde las penas me cuenta
y muy bien las fundamenta
sobre el pobre jubilau,
que por los cuatro costau
le aparecen los dolores.
Si sale a buscar dotores
no los encuentra ¡canejo!
¡Qué triste es llegar a viejo
con males de mil colores!
Siempre es bueno recordar
que si la plata no alcanza
el Estau es la esperanza
pa´ que puedan empardar
Ellos van a precisar
una excelente atención
buenos médicos, acción,
ejercicio pa´ los huesos
y también tengan acceso
a buena medicación.
Acá es distinto ¡canejo!
hay muchas comodidades
existen modernidades
pa´ que disfruten los viejos.
Pero ni cerca ni lejos
le conviene a Ud. salir,
porque si lo ven venir
medio chueco y encorvau,
lo apartan para un costau
y lo quieren suprimir.
Y no quiera Ud. saber
como es el cuento del tío,
poco a poco en un lío
el chorro le va a envolver.
A golpes te hace caer
y cuando resucitás,
en la vía te encontrás
sin plata y sin cadenita.
¿y la pobre huerfanita?
fue un buen cuento ¡nada más!
Por eso Hilacha, mi amigo,
me parece bien que siga
matrereando por la vida
yo desde acá lo bendigo.
El tiempoo será testigo
que de tanto matrerear
algo iremos a lograr
de esta ¨tuerta¨ democracia
¡Trabajo con eficacia!
¡Les vamos a reclamar!.
Melitón Sosa
En el próximo número aparece Don Justo Apretau´
sábado, 12 de enero de 2008
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