Muchos antiguos lectores nos han solicitado, en todos estos años, que reactualizáramos ¨Matrereando¨ No nos decidíamos por aquello de ¨Nunca segundas partes fueron buenas¨. Pero de pronto irrumpe, intempestivamente, el Gaucho Hilacha, muy actualizado, para quejarse por problemas que le ocasionan, con los mensajes, por la computadora. Ya en esta número le responde Melitón y al quedar la puerta abierta, seguramente, irán apareciendo los otros personajes. No es intención revivir aquél éxito porque los tiempos y las circunstancias han cambiado, pero sí intentar un ¨Nuevo Matrereando¨ para tratar con humor, temas de actualidad locales, regionales y/o universales.
¨Matrereando¨ está inspirado en la poesía gauchesca, que es aquélla: ¨escrita por autores conocidos o anónimos casi siempre cultos y urbanos que lo hacen siempre con la misma voz del gaucho, asumiendo esa personalidad ajena, casi siempre con intenciones políticas antes que literarias, lo cual no impide que se logren frutos de indudable valor artístico (...) y alternan motivos locales y grandes temas universales como el amor, la vida, la muerte, la amistad (R. Rojas). Borges, por su parte, dice: ¨Tachar de artificial o de inveraz a la literatura gauchesca porque esta no es obra de gauchos, sería pedantesco y ridículo.
También se han criticado los seudónimos, pero Jacinto Chano y su amigo Contreras; Aniceto, el Pollo,y Anastasio el Gallo, por citar solo algunos, son seudónimos elegidos por los autores, aunque por trascendidos se supieran sus nombres auténticos. Lo cierto es que ¨en los últimos años del siglo XIX y principios del XX, la poesía gauchesca comienza a ser tenida en cuenta por la crítica erudita. Libre de toda imitación extranjera hunde sus raíces en la tradfición española y extrae al mismo tiempo de la tierra natal, la savia que da vida¨ y se convierte en auténtica literatura argentina.
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