miércoles, 5 de mayo de 2010


DEL CUADERNO DEL HILACHA

El máistro nos dijo a tuitos:

-Hilacha, Justo y Casildo,

pa mañana bien temprano

me dibujan un cabildo

en una hoja bien grandota

pa colgar en el salón

ansina la Patria sabe

que aquí también hay patriotas.

Volví pa casa tristón,

mi cara como alpargata

y mi mama preguntó:

-¿Qué le anda pasando Hilacha?

Con la voz acongojada

le espliqué de la custión.

-¡di ande via sacar una hoja

pa poner en el salón!

¡y con qué via dibujar

si no tenemos ni un lápiz

y menos si es de color!-

Mi mama cachó la plancha

que en antes era de carbón

y un papel grande de estrasa

al momento me planchó,

endispués, enfrió una brasa

y ahí nomás me lo enseño:

que se puede hacer de todo

con un cachito e’ carbón.

Nunca vide yo el cabildo

ansina que imaginé

por los dichos del maestro

tuito lo que dibujé,

agregando de mi parte

una opinión personal

y ahí tuve ese resultado

que pa mi no estaba mal.

Al otro día, bien peinado

y con tuitos los botones

que en antes me había arrancado

por jugar a rempujones

con Melitón y A. Pretado

yegué taloneando juerte

en un cabayo prestado.

Taba apuráu y contento,

el corazón me latía

a medida que el maestro

los trabajos nos pedía.

El hijo del estanciero

trajo una lámina briyosa

de la revista biyiken

que en antes era famosa

Y el hijo del capataz

que usa muchas acuarelas

se trajo un dibujo enorme

eso sí, hecho por su agüela.

(Mientras que yo apretujaba

contra el pecho el dibujito

esperando que el maestro

lo convirtiera en boyito.)

En eso me preguntó:

-¿ y el dibujo del cabildo

que tenías que traer

junto a A. Pretado y Casildo?

Con un nudo en la garganta

y con un hilo de voz

le alcancé lo que tenía

mientra’ esperaba lo pior.

Abrió la hoja el maestro

y contra lo que había pensado

dijo:

¡ pero esto es hermoso!

¡estoy muy emocionado!

Porque Hilacha ha presentado

de manera original

el sentimiento de un pueblo

en un momento crucial!

Hoy después de tanto tiempo,

busqué ande estaba guardado

el dibujo pa mostrarle

a Melitón y A. Pretado.

Melitón miró en silencio

porque siempre es reserváu.

don Justo lo miró bien

torció la boca pa un láu,

en dispués de tomar un mate,

y con el dedo que apunta,

sentenció y áhi jue certero:

-pueda ser que el 25,

cuando recuerden la Junta,

no pase como en su dibujo..

-¿Qué pasó le pregunté?-

-¡Cáiban barretas de punta!

EL GAUCHO HILACHA

(Camino al bicentenario, pero A Pretáu no tenía por qué ser tan sincero canejo!)

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