DEL CUADERNO DEL HILACHA
El máistro nos dijo a tuitos:
-Hilacha, Justo y Casildo,
pa mañana bien temprano
me dibujan un cabildo
en una hoja bien grandota
pa colgar en el salón
ansina la Patria sabe
que aquí también hay patriotas.
Volví pa casa tristón,
mi cara como alpargata
y mi mama preguntó:
-¿Qué le anda pasando Hilacha?
Con la voz acongojada
le espliqué de la custión.
-¡di ande via sacar una hoja
pa poner en el salón!
¡y con qué via dibujar
si no tenemos ni un lápiz
y menos si es de color!-
Mi mama cachó la plancha
que en antes era de carbón
y un papel grande de estrasa
al momento me planchó,
endispués, enfrió una brasa
y ahí nomás me lo enseño:
que se puede hacer de todo
con un cachito e’ carbón.
Nunca vide yo el cabildo
ansina que imaginé
por los dichos del maestro
tuito lo que dibujé,
agregando de mi parte
una opinión personal
y ahí tuve ese resultado
que pa mi no estaba mal.
Al otro día, bien peinado
y con tuitos los botones
que en antes me había arrancado
por jugar a rempujones
con Melitón y A. Pretado
yegué taloneando juerte
en un cabayo prestado.
Taba apuráu y contento,
el corazón me latía
a medida que el maestro
los trabajos nos pedía.
El hijo del estanciero
trajo una lámina briyosa
de la revista biyiken
que en antes era famosa
Y el hijo del capataz
que usa muchas acuarelas
se trajo un dibujo enorme
eso sí, hecho por su agüela.
(Mientras que yo apretujaba
contra el pecho el dibujito
esperando que el maestro
lo convirtiera en boyito.)
En eso me preguntó:
-¿ y el dibujo del cabildo
que tenías que traer
junto a A. Pretado y Casildo?
Con un nudo en la garganta
y con un hilo de voz
le alcancé lo que tenía
mientra’ esperaba lo pior.
Abrió la hoja el maestro
y contra lo que había pensado
dijo:
¡ pero esto es hermoso!
¡estoy muy emocionado!
Porque Hilacha ha presentado
de manera original
el sentimiento de un pueblo
en un momento crucial!
Hoy después de tanto tiempo,
busqué ande estaba guardado
el dibujo pa mostrarle
a Melitón y A. Pretado.
Melitón miró en silencio
porque siempre es reserváu.
don Justo lo miró bien
torció la boca pa un láu,
en dispués de tomar un mate,
y con el dedo que apunta,
sentenció y áhi jue certero:
-pueda ser que el 25,
cuando recuerden la Junta,
no pase como en su dibujo..
-¿Qué pasó le pregunté?-
-¡Cáiban barretas de punta!
EL GAUCHO HILACHA
(Camino al bicentenario, pero A Pretáu no tenía por qué ser tan sincero canejo!)
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