Y finalmente nos vamos acercando al Bicentenario. En el artículo anterior hablaba de la férrea disciplina que se practicaba en las escuelas y del cariño hacia la Escuela nº 1 que atesorábamos desde la más tierna infancia. Parece una incongruencia, pero así lo vivíamos en la realidad. La escuela era una gran familia donde no se hacían concesiones, pero al mismo tiempo nos sentíamos protegidos en su ámbito.
En la primera parte de este artículo hablaré de los maestros de la Escuela Nº1 que son los que conozco y por quienes conservo un gran reconocimiento. Integraban el plantel docente: Directora: de Clementina de Salvo de Valdez, (cuando se jubiló asumió la sdirección la señora Lilia Jurado de Bove); secretaria Blanca Tavella. Maestras: 1er grado:Margarita Sambuñaque, Rebeca Nuñez, Blanca González, 2º: Filomena del Rosario Guma, Estela Desperbasquez, 3ºMeneca López Ocón de Minellono, Susana Pourthé de Hargain, 4º: Jorgelina Jorge, Sara Ciancio, 5º:Carmen Gundel , Raúl Barragán, 6º: Julia Jurado, Enriqueta Gundel de Arenaza. Tuve sólo dos suplentes en estos años (por jubilación y casamiento las señoritas María Delia Valdez y Clarita Tropea, lo que da una idea de la regularidad del sistema y del cumplimiento del deber de los maestros).
La enseñanza era óptima. Cuando ingresé a primer año del secundario en un colegio privado de La Plata, acostumbraban a poner la nómina de los alumnos que habían sacado las mejores notas en exámenes escritos, trabajos, redacciones, ect. Era frecuente que yo encabezara la lista , no por mis méritos personales sino por la sólida base que llevaba de la escuela primaria, a punto tal, que la directora me preguntó donde había estudiado. Al responderle con voz fuerte "en la Escuela Nº1 de Tapalqué" , me preguntó ¿del Estado? - Sí, del Estado, respondí más orgullosa todavía. Fue tal su disgusto que a partir de ese día se acabaron los listados en los pizarrones. Estaban acostumbradas a que el primer lugar estuviese ocupado por alumnas del propio colegio.
Pero además del nivel de aprendizaje nos enseñaban, en la escuela Nº1, a comprender y aceptar la existencia del otro. En el próximo artículo aparecerán algunas anécdotas donde se refleja esta preocupación constante.
Nos inculcaban de manera práctica la solidaridad. Se recolectaba en cada aula elementos no perecederos para enviar a los lugares de desastres ecológicos, se preparaba durante todo el año ajuares para llevar a la Maternidad y fundamentalmente nos fomentaban la participación activa en distintos sucesos culturales. Amábamos la poesía, los libros y el arte.
Por las tardes ibamos a investigar en los libros de la Biblioteca o en el cuartito de mapas e ilustraciones que existía en el fondo y puedo asegurar que nos desplazábamos con tanta libertad que se puede asegurar que la Escuela era nuestra casa. Seguramente en muchas escuelas de la época, sucedía lo mismo y aún hoy existirá el mismo clima, pero en aquellos tiempos, los alumnos se iban de la escuela con una sólida educación que les permitía desempeñarse con solvencia en la vida.
A todos mis maestros de ayer, mi cariño, mi reconocimiento y mi homenaje en los 200 años de la Patria.En la primera parte de este artículo hablaré de los maestros de la Escuela Nº1 que son los que conozco y por quienes conservo un gran reconocimiento. Integraban el plantel docente: Directora: de Clementina de Salvo de Valdez, (cuando se jubiló asumió la sdirección la señora Lilia Jurado de Bove); secretaria Blanca Tavella. Maestras: 1er grado:Margarita Sambuñaque, Rebeca Nuñez, Blanca González, 2º: Filomena del Rosario Guma, Estela Desperbasquez, 3ºMeneca López Ocón de Minellono, Susana Pourthé de Hargain, 4º: Jorgelina Jorge, Sara Ciancio, 5º:Carmen Gundel , Raúl Barragán, 6º: Julia Jurado, Enriqueta Gundel de Arenaza. Tuve sólo dos suplentes en estos años (por jubilación y casamiento las señoritas María Delia Valdez y Clarita Tropea, lo que da una idea de la regularidad del sistema y del cumplimiento del deber de los maestros).
La enseñanza era óptima. Cuando ingresé a primer año del secundario en un colegio privado de La Plata, acostumbraban a poner la nómina de los alumnos que habían sacado las mejores notas en exámenes escritos, trabajos, redacciones, ect. Era frecuente que yo encabezara la lista , no por mis méritos personales sino por la sólida base que llevaba de la escuela primaria, a punto tal, que la directora me preguntó donde había estudiado. Al responderle con voz fuerte "en la Escuela Nº1 de Tapalqué" , me preguntó ¿del Estado? - Sí, del Estado, respondí más orgullosa todavía. Fue tal su disgusto que a partir de ese día se acabaron los listados en los pizarrones. Estaban acostumbradas a que el primer lugar estuviese ocupado por alumnas del propio colegio.
Pero además del nivel de aprendizaje nos enseñaban, en la escuela Nº1, a comprender y aceptar la existencia del otro. En el próximo artículo aparecerán algunas anécdotas donde se refleja esta preocupación constante.
Nos inculcaban de manera práctica la solidaridad. Se recolectaba en cada aula elementos no perecederos para enviar a los lugares de desastres ecológicos, se preparaba durante todo el año ajuares para llevar a la Maternidad y fundamentalmente nos fomentaban la participación activa en distintos sucesos culturales. Amábamos la poesía, los libros y el arte.
Por las tardes ibamos a investigar en los libros de la Biblioteca o en el cuartito de mapas e ilustraciones que existía en el fondo y puedo asegurar que nos desplazábamos con tanta libertad que se puede asegurar que la Escuela era nuestra casa. Seguramente en muchas escuelas de la época, sucedía lo mismo y aún hoy existirá el mismo clima, pero en aquellos tiempos, los alumnos se iban de la escuela con una sólida educación que les permitía desempeñarse con solvencia en la vida.
* En la 1ª foto la señorita María D. Valdez, Susana Pourthé, Blanca Tavella,
(A medida que nos envíen más nombres se irán agregando)
5 comentarios:
No sé quién escribió esta hermosa nota recordandoa sus maestros, yo quiero recordar a los míos,a mi querida Escuela Nacional 158, donde forjé mi personalidad, mi regla de valores,mi amor por el prójimo, mi actitud de servicio,que trasmito a mis hijos y los veo diferente a todos, ni mejores ni peores, diferentes, gracias a mis padres y a mis educadores ejemplares de los que conservo un recuerdo hermoso, valioso e invorrable.-A mis 60 años quiero agradecer a Leonida Marmisolle, EsterGarbi,Beba Petey y su esposo,Clementina Garbi,Mary Berastain,Elenita Noseda,Lotty Gundel,a Porota,la portera,a Julieta Núñez que me hacía cantar a todas ellas, sé que muchas no están,(pero sus hijos y nietos sí),que hicieron de mí una persona responsable, educada y que ama el saber.-Gracias en este aniversario de la Patria en mi nombre y en el de mi esposo y mis hijos Martiniano de 27, Juan Cruz de 22 y María Josefina y María Luz de 19 que aprovechan lo que su mami sabe gracias a esos maestros fabulosos,hacedores de ciudadanos que aman su suelo,.
PALABRAS DE QUITI
Hermoso recuerdo de grandes maestras que fueron fundamentales en nuestra formación. Creo con la mayoría de ellas festejamos los 150 años de nuestro primer gobierno patrio y hoy llegamos a los 200.Sin dudas, Gladis,un homenaje simple, pero realizado por vos con tanta calidez que lo hago propio, como Quela recuerda a las suyas. Hace dos días tuve la suerte de estar con otra gran docente, doña Adela Giralde, que está ya próxima a cumplir sus 94 años, y hasta dos o tres atrás, les leía a los no videntes. Otro ejemplo de capacidad y amor por la profesión. Gracias por traernos a la memoria a estas MAESTRAS ( si con mayúsculas) que dejaron su sello en una o dos generaciones de tapalqueneros. Que el recuerdo de ellas, sea el mejor aliciente, para que nuestras esperanzas de un presente y futuro mejor se hagan realidad. Gracias Gladis. Leer esos nombres y los de Quela, nos arrancaron lágrimas de emoción y agradecimiento. Quiti
Muchas gracias, Quiti, por tus palabras y te doy a vos y a Norma un abrazo tapalquenero a la distancia,y VIVA LA PATRIA!!!!
Quela, Quiti: Gracias a ambos por los comentarios. Como siempre Quiti rescataste a alguien más del olvido, Adela Dieguez de amplia trayectoria. Sin embargo no recuerdo que Adela fuera maestra de la 1 mientras fui alumna, pero tu mensaje me hizo advertir que había omitido a la señora Lilia Jurado que fue directora cuando se jubiló la señora Clementina de S. de Valdez. Procuraré salvar el error Gracias Gladis
No puedo dejar de nombrar a mis maestros de la escuela primaria, algunos coinciden con los que ya citó Quela. Imborrables recuerdos para Griselda Laprovíttola de Paz, el maestro Fittipaldi, Raquelita Garbi, Celia Dotti, Beatriz Estanga Andía, Azucena Barra (Negrita). ¡Qué felicidad era ir todos los días a clase! Nos gustaba aprender, investigar, deducir; jugar, cantar en la hora de música. Sabíamos todas las canciones patrias, esas que dejaron de enseñarse a los chicos. En esa escuela y con estos maestros aprendí a no tener faltas de ortografía, a leer constantemente, a "escribir". Gracias! Norma
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