Cuando Álvaro concurría al Colegio del Sol se realizó allí una muestra de arte hecha por los alumnos. Transcribo el folleto que nos regalaron.
Arte en la Semana de Mayo
Colegio del Sol. Mayo 2000.
A lo largo de la Historia, el Hombre ha enarbolado banderas, ideas, armas, himnos e imágenes en defensa de sus principios.
La Revolución de Mayo en 1810, es un momento al cual el pueblo llega luego de una gran toma de conciencia: "Se puede intentar vivir de otra manera"; y el intento fue decisivo y fuerte, concreto y pacífico.
De una u otra forma, el Arte aparece en cada página de la Historia del Hombre. Participa, se compromete, deja su impronta.
Cuando los chicos toman un pincel, o le dan forma a la arcilla entregándose a ello como a un juego natural, están cambiando la realidad, haciendo sus propias revoluciones, dejando salir sus ideas, sus protestas y pedidos. Un juego hoy, que probablemente sea un recurso mañana para generarse y generar un mundo mejor.
La Muestra
Comienza a unos metros del umbral de la puerta, en donde El Sol (escultura de chapa y cerámica, cuyo centro puede hacerse girar con la mano), nuestro símbolo, ilumina el camino. Allí esperan, silenciosas y abiertas, Las Vasijas (cacharros de cerámica realizados con arcillas lisas, blanca y roja, y con chamote, coloreadas con engobes artesanales).
Más allá, Guillerminas (figuras femeninas modeladas en arcilla a partir de la observación de modelo vivo, Guillermina Selay, modelo profesional para artistas).
En las paredes Un hombre del campo, uno del puerto, y uno del Mar Mediterráneo (recreaciones de pinturas de Van Gogh, Quinquela Martín y Dalí).
Y algo más: El color de los cuentos (pinturas de los más chiquitos inspiradas en relatos de los más grandes: Goethe, Esopo, Grimm).
M. M.
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