
A las doce de la noche
 un nuevo día comienza,
 un nuevo mes, un nuevo año,
 ¡la pucha, cuánta impaciencia!
 Yo nací en año impar;
 en otro impar me casé,
 en bisiestos tuve hijos
 y en año impar, ¡otra vez!
 Éste, que tiene dos ceros
 quién sabe qué nos depara,
 ojalá sea todo bueno
 para alegría del alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario