En tantos años de viajes a Tapalqué habíamos visto distintos panoramas del río Salado: con un caudal normal o desbordado hasta cortar la ruta, pero nunca habíamos contemplado esa postal de lodo y greda con que nos sorprendió la última vez que lo vimos.
Por esta foto donde Gonzalo muestra contento su pesca, comprobamos que el Salado ha recuperado su caudal.
Desde muy pequeño, cuando iba con Fito al arroyo Tapalqué, se despertó su amor por la pesca. Se pasaban largas horas junto al arroyo, para regresar cargados de anécdotas que tanto nos hacían reir. Se veía que ambos disfrutaban de la aventura.
Por esta foto donde Gonzalo muestra contento su pesca, comprobamos que el Salado ha recuperado su caudal.
Desde muy pequeño, cuando iba con Fito al arroyo Tapalqué, se despertó su amor por la pesca. Se pasaban largas horas junto al arroyo, para regresar cargados de anécdotas que tanto nos hacían reir. Se veía que ambos disfrutaban de la aventura.
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