Matrereando

MALHAYA CON LOS SOTRETAS!

Con el afán de aliviar

mi modesta economía,

viendo que tuito subía

a mi me dio por ahorrar,

y pa poder mejorar

y acomodar bien el rancho,

con la forma de un güen chancho

me conseguí una alcancía.

Me lo pasé mucho tiempo

achicándome la cincha,

y aunque las tripas me chiyan

yo seguía empedernido

y aunque había empalidecido

por comer poco y salteado

vi con enorme alegría

que mi chancho había engordado.

Lo ponía sobre la mesa

como el gigante del cuento

mientras soñaba despierto

con lo que me iría a comprar

después de tanto pasar

privaciones, frío y hambre

ya me imaginaba el fiambre

que muy pronto iría a buscar.

Cuatro pares de alpargatas

dos pares de calzonciyos

bomabachas sin dobladiyos

una camisa rayada,

una gorra bien calada

pa que me chiflara el viento…

¡Ay Dios! estaba yo más contento

que hasta la risa me daba.

Además iba a comprarle

más antenas a la radio

ansina el aniversario

del 25 de Mayo

rápida, mesmo que un rayo

las chacras iba a cruzar

y al aparcero informar

del gran acontecimiento,

cuando un estremecimiento

hizo a mi rancho temblar.

Se arrimaron a la puerta

dos trajeados sin respeto,

y dijeron : es aquí, no hay lugar

a una porfía, donde se haya su alcancía

y según este decreto,

dice el gobierno muy escueto

que nos la debe entregar.

Porque debemos pagar

las deudas de nuestro estado

y según lo señalado

tomaremos los ahorros

para que…

-¡manga de chorros, les grité muy enojado!

con el chanchito abrazado

me yegué hasta la laguna

y no trepé hasta la luna,

porque no podía cuñado!

Conozco sus intenciones

que son unos atorrantes

y me yevan por delante

después de lo que guardado!

¡Si querés! habrán soñado,

comieron muchos turrones

o después de los fiestones

quedaron tuitos mamados.

Como pude me trepé

hasta un nido de caranchos

mientras apretaba el chancho

que con tanto amor cuidé,

y dende ayí les grité

con tuita la voz en cueyo:

-¡si se acercan, los degüello

no me pregunten con qué!

Al armar tanto baruyo,

alerté a las gallinetas

que enojadas y hasta inquietas

gritaban juerte:- ¡tío Juan!

al ver que iba a faltar el pan

fieles , lo mesmo que un perro

a los dos saca-dinero

empezaron a atacar.

Entonces, el paliducho

me dijo: está en infracción

debe firmar, o entregar

lo expresado en el decreto,

(yo, dende la rama el árbol

entuavía, no había bajau)

ansina que le grité

al de cara de lagarto:

-¡si te me acercás

te parto como un queso e’ produtap!

como quiso mi destino

de ser un hombre criollazo

les mandé diez toronjazos

y los mandé pal camino.

Ande se ha visto aparcero

venirse con un decreto

a yevarse lo que es mío

sin tenerme a mi respeto.

Mire que via a trabajar

pa comprarme una alcancía

y compras que no son mías

voy a tener que pagar.

No los dejen avanzar

estos son como pirañas

tienen más trucos y mañas

y no los pueden parar.

Y pa pior, se me figura

que son como aves de presa

si te agarran por sorpresa

no se salvan ni los curas.

Estén atentos, no duerman

tengan abiertos los ojos

andan hasta en los rastrojos

como el ratón colilargo

mientras embolsan los fardos

se cag** en nuestras leyes

creen que son como los reyes

que siempre van a mandar

les va a ser chico el infierno

cuando vayan a parar.

errale, errale mandioca!

¡el chanchito no se toca!

EL GAUCHO HILACHA