martes, 27 de abril de 2010

Matrereando

Queridos abuelos indios

AFÍJESE MELITÓN

De tanto escuchar zonceras

las tripas se me retuercen

y es entonces cuando vuelven

los recuerdos a tropeles

cuando de chico, sentau

junto al fogón de mi abuelo

aprendí a amar este suelo

que sus güesos ha guardau.

-Mire Hilacha, me decía,

eso que yaman frontera

era nuestra pampa entera

donde crecí con mi mama,

donde temprano cazaban

los ñanduces de a montones

los más valientes varones

dueños de esta tierra mía

ande al arroyo corría

pa darnos vida y frescor

y si le hablo con dolor

es porque triste me siento

y quiero en mi pensamiento

que aprienda cuál es la historia

que registra mi memoria

dende el mesmo nacimiento:

-No se me olvide m’ hijito

que en antes tuito era nuestro,

que no se escribe la historia

escribiendo algún decreto,

Que este pueblo tiene el nombre

que le dieron mis agüelos,

antes que vinieran otros

a pisotear nuestros sueños -.

Y por su rostro marcado

por las arrugas del tiempo

rodaba un yanto cayado

ese que sale en silencio,

cuando no se puede nada

y se amontona en el pecho,

y me apretaba muy fuerte

como fundiendo mi cuerpo

pa que de la raza mía

no me avergüence ¡canejo!

¡Cómo voy a renegar

de la sangre de mi agüelo

Sería como negarle

sus arrebatos al viento!

Por eso sigo esta huella

por eso me hice matrero…

EL GAUCHO HILACHA

(Revisionista histórico de hecho, que tiene sus ráices enantes del cantón)

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