Hoy, hace exactamente un mes, nos despertamos con una noticia que nos conmovió profundamente: el terremoto en Chile.
La televisión nos mostró cientos de imágenes. Desolación, angustia, terror, impotencia, destrucción, muerte, heridos, rescates, escombros.
La nada..., después de un fuerte sacudón de la tierra.
Familias enteras desaparecidas; otras, desmembradas por el infortunio; padres que desesperados buscaban a sus seres queridos; hijos, que llorando clamaban por los suyos. Gritos de dolor, de miedo...
Sirenas, helicópteros, ayuda humanitaria. Vidas rescatadas debajo de las piedras, Médicos haciendo aún más, hasta quedar exhaustos. Bebés que nacían en las más precarias condiciones, sin importarles nada. La vida que volvía a manifestarse en este extraño planeta.
Llantos de dolor y alegría en una rara mezcla.
Para seguir creyendo, después de todo, que Dios existe.
Norma
1 comentario:
Hermoso relato, corto pero se expresa todo. cariños.
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